Préstamos online, créditos personales, microcréditos, préstamos rápidos, minipréstamos... Seguro que estos términos te resultan familiares. Los estragos que está causando el coronavirus y la inminente crisis han hecho que la popularidad de los créditos y los préstamos en línea se haya disparado en las últimas semanas. Echemos un vistazo a las estadísticas de búsquedas en Google Trends.
Sin embargo, las palabras "crédito" y "préstamo" no son sinónimos. ¿Sabes cuál es la diferencia?
Un crédito es un contrato que se realiza entre una entidad crediticia y un cliente. La empresa se compromete a entregar una cantidad de dinero determinada a través de una línea de crédito, que estará disponible durante un periodo de tiempo establecido. El cliente podrá disponer de la cantidad que desee durante ese plazo, ya sea una pequeña parte, varias porciones o el límite máximo del crédito. Es decir, la entidad irá realizando entregas de dinero a petición del cliente durante la vigencia del contrato. Además, los intereses se generan solo por la cantidad de dinero que el cliente ha utilizado. Una vez terminado el plazo del crédito, este se puede renovar o ampliar.
Por otro lado, un préstamo es un contrato entre una entidad financiera y un cliente en virtud del cual se hace entrega de una cantidad de dinero pactada. El cliente queda obligado a devolver las cuotas en un periodo de tiempo determinado. Estas cuotas se componen por el efectivo prestado más los intereses. Por lo general, los préstamos suelen utilizarse para afrontar gastos imprevistos o hacer compras puntuales.
Principales diferencias entre préstamos y créditos
Para saber si te interesa más solicitar un préstamo o un crédito, es importante tener en cuenta sus diferencias. Podremos establecer tres características diferenciadoras:
- Los intereses de los préstamos suelen ser más bajos. No obstante, en los créditos solo pagas intereses por la cantidad que hayas usado, aunque el límite sea mayor.
- Los préstamos son más rápidos, pero los créditos son más flexibles una vez concedidos, ya que se puede utilizar el dinero que se quiera dentro del límite de crédito.
- Si tienes un gasto puntual o quieres darte un capricho, lo mejor es recurrir a un préstamo. Por el contrario, si necesitas un colchón recurrente para tiempos de escasez de liquidez, puede que una línea de crédito sea una solución más adaptada a tu problema.
En cualquier caso, antes de solicitar un crédito o un préstamo, siempre debes asegurarte de que puedes devolver el dinero. No pagar a tiempo puede acarrear graves consecuencias, como la imposibilidad de solicitar otro préstamo o contratar una línea telefónica, entre otros problemas.
Ahora bien, ¿cómo puedo solicitar en un préstamo? En Azlo te ofrecemos un producto revolucionario: un préstamo de hasta 300€ en menos de 15 minutos. O, como nos gusta llamarlo, un minipréstamo. No solo es rápido y fácil (no te hacemos preguntas ni te pedimos papeleo), sino que además tú eliges cuándo devuelves el dinero. Si necesitas un empujón a final de mes, efectivo para cuidar de los tuyos o un respiro económico, en Azlo estamos para ayudarte.
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