Nos ha tocado vivir tiempos interesantes. A pesar de que aún no hemos superado la pandemia del coronavirus, ya estamos inmersos en una crisis múltiple que augura un invierno difícil. Ahora que la estación está a punto de empezar, veamos cuáles son las principales previsiones económicas para el invierno de 2022.
¿Cuáles son las principales previsiones económicas para el invierno de 2022?
El comienzo de año y del invierno va a ser complicado. El precio de la luz marca un nuevo récord cada día, lo que tiene un impacto directo en todos los productos de la cesta de la compra, los combustibles y los servicios.
A su vez, también nos enfrentamos a una crisis de escasez de materias primas y de chips, lo que ya está generando un desabastecimiento limitado de ciertos productos, como el cristal, el papel y el cartón, así como videoconsolas de nueva generación y tarjetas gráficas. Esto ha provocado una subida aún más elevada del precio de la vivienda, que ya estaba disparada desde hacía algunos meses.
Por lo tanto, las previsiones económicas para el invierno de 2022 no son especialmente halagüeñas. A pesar de que los expertos esperaban que los precios comenzaran a normalizarse el año que viene, el impacto de la crisis energética en los mercados apunta a que los precios se mantendrán por encima de los niveles habituales durante el primer trimestre e incluso durante la primavera.
Precios, coronavirus, impuestos, inflación, política...
Tampoco ayuda la nueva ola de COVID-19 que está sufriendo Europa y las posibles consecuencias de la variante ómicron, que amenaza con lastrar de nuevo la actividad económica y la cadena de suministros. Y eso sin tener en cuenta otros factores, como el impacto de los eventos climáticos extremos o las tensiones geopolíticas que se están desencadenado en varios países de todo el mundo.
Y eso no es todo. El año que viene los españoles también tendrán que hacer frente a los nuevos impuestos, al pago por el uso de autovías, a la inflación y a posibles cambios en los tipos de interés. Y aquellos que están pensando en comprarse una casa, se expondrán además a los vaivenes del mercado inmobiliario, a la escasez de materiales y a la subida generalizada de los precios. Es momento de agarrarse, porque vienen curvas.