Todo aquel que compra una casa mediante una hipoteca se hace la misma pregunta: ¿es mejor una hipoteca variable o una hipoteca a tipo fijo? Es una pregunta complicada y la respuesta depende de las condiciones personales de cada uno. Sin embargo, para ayudarnos a tomar una decisión es importante conocer la diferencia entre ambos tipos de hipotecas.
Diferencias entre hipoteca variable e hipoteca a tipo fijo
La principal diferencia entre una hipoteca a tipo fijo y una hipoteca a tipo variable es el tipo de interés que se aplica.
Un préstamo hipotecario a tipo fijo se caracteriza porque siempre tendremos que pagar la misma cuota. Es decir, que se aplica el mismo tipo de interés durante todo el préstamo. De esta forma, el cliente siempre sabe lo que tiene que pagar hasta que amortice la deuda completa.
Por otro lado, al préstamo hipotecario a tipo variable se aplica un diferencial fijo más un índice de referencia, que suele ser el euríbor. Por lo tanto, la cuota a pagar puede subir o bajar en cada revisión (que se realiza cada seis meses o cada año) dependiendo de las fluctuaciones del índice de referencia.
¿Es mejor la hipoteca fija o la variable?
Como decíamos, a la hora de elegir una hipoteca tenemos que tener en cuenta las características de cada caso por separado. Antes de tomar una decisión, debemos valorar los siguientes factores:
- Tipo de interés que nos ofrece el banco. Normalmente, las entidades bancarias suelen ofrecer las hipotecas fijas a un tipo de interés superior que el de las hipotecas variables. Pero nunca se sabe con qué tipo de hipoteca se acabará pagando más.
- El plazo de amortización. Las hipotecas fijas suelen tener un plazo de devolución más corto. De hecho, suelen estar indicadas para plazos que no superen los 20 años, aunque pueden llegar hasta los 30 años.
- Cantidad de las cuotas mensuales. Como en las hipotecas variables el plazo de amortización suele ser más amplio, las cuotas mensuales suelen ser más pequeñas. No obstante, cuentan con la desventaja de la inseguridad, pues las cuotas pueden cambiar con cada actualización.
¿Y entonces qué? La hipoteca a tipo fijo nos ofrece una mayor seguridad, pues vamos a pagar siempre la misma cuota mensual y vamos a estar protegidos frente a las subidas de los tipos de interés. No obstante, debemos estar seguros de que vamos a poder devolver el dinero en un plazo menor.
Por otro lado, la hipoteca variable nos permite pagar cuotas más pequeñas, tiene comisiones más bajas y un mayor plazo de amortización. Sin embargo, las cuotas mensuales pueden variar, ya que quedan vinculadas a las revisiones pactadas.