Mientras la guerra entre Rusia y Ucrania sigue cobrándose víctimas, ya se empiezan a oír ecos de una dramática subida de precios generalizada. El problema es que partíamos de una situación en la que los precios ya estaban disparados, pero las cosas están a punto de ponerse peor. De hecho, basta con echar un ojo a la nueva subida de los precios industriales registrada en enero de 2022.
La subida en los precios industriales sigue alcanzando cifras de récord
Durante los últimos meses de 2021 empezamos a sufrir una subida indiscriminada de los precios. Este fenómeno venía encabezado por el incremento en el precio de la luz y la interrupción de la cadena de producción originada por la pandemia del coronavirus y los continuos confinamientos que la población se ha visto obligada hacer.
El año finalizó con una inflación disparada y un Índice de Precios de Consumo (IPC) del 6,5%. Sin embargo, los datos del INE parecían indicar que el ritmo de la subida de los precios se había frenado en enero, y algunos incluso se atrevían a pronosticar que tal vez habían tocado techo.
Pero Vladímir Putin tenía otros planes. Ahora la guerra entre Rusia y Ucrania promete desatar subidas aún mayores y más drásticas de los precios, con unos terribles efectos económicos que impactarán en todo el mundo.
El problema es que la situación tampoco era especialmente halagüeña en enero de 2022, antes del estallido del conflicto. De hecho, la industria ha empezado el año como terminó el anterior: con una nueva subida récord. Los precios industriales incrementaron un 3,8% con relación al mes anterior, y se han disparado un 35,7% en tasa interanual. En total, en 2021 la industria elevó sus precios un 35,2% respecto a 2020.
Se trata del repunte interanual más elevado desde el inicio de la serie estadística, en enero de 1976, encadenando 13 meses consecutivos de aumentos interanuales, según los datos del INE. Los grandes protagonistas de esta subida son la energía, los bienes intermedios y los bienes de consumo no duradero (especialmente la alimentación).