Tras varios días con valorando esta medida, Occidente por fin se decidió el pasado domingo a apretar el botón de su "arma nuclear económica": sacar a Rusia del sistema SWIFT. No obstante, esta sanción llega con ciertos matices y muchas consecuencias.
Occidente expulsa a Rusia del sistema SWIFT... parcialmente
El pasado domingo, la Unión Europea, Estados Unidos, Reino Unido y Canadá acordaron sacar a ciertos bancos rusos del sistema internacional SWIFT como parte de las sanciones económicas impuestas al país por la guerra contra Ucrania. Aunque no precisaron las entidades que se verían afectadas, estos bancos quedarían desconectados del sistema financiero internacional y su capacidad para operar a nivel mundial se vería reducida drásticamente.
Es una sanción muy severa que dificulta la financiación de la guerra de Vladímir Putin. No obstante, la medida se va a aplicar parcialmente, pues se van a permitir los pagos para mantener el suministro de gas y petróleo. En concreto, el 66% de las exportaciones rusas de combustible y energía seguirán funcionando.
¿Qué es el sistema SWIFT?
El sistema de transacciones SWIFT (Sociedad de Telecomunicación Financiera Global Interbancaria) es la base de la estructura financiera global. Unas 11.000 entidades financieras lo utilizan en 200 países para realizar transferencias internacionales. Muchos consumidores están familiarizados con este término, puesto que algunas empresas o clientes extranjeros requieren el código SWIFT/BIC para poder realizar pagos a nuestra cuenta bancaria.
En palabras más sencillas, el sistema SWIFT es una plataforma tecnológica de mensajería que se utiliza para hacer transferencias, compras, ventas o pagos internacionales a través de protocolos estandarizados y seguros. En la actualidad, se trata de una herramienta imprescindible en el flujo global de capitales y, por lo tanto, la expulsión de los bancos rusos de este sistema va a hacer que la invasión de Ucrania le salga más cara a Putin.
¿Es la única plataforma de pagos internacionales?
El sistema SWIFT ejecuta aproximadamente una tercera parte del total de los abonos realizados. Esto significa que es la principal infraestructura financiera global de pagos internacionales, pero no es la única.
¿Existen precedentes?
Sí, esta medida ya se ha aplicado dos veces. La Unión Europea expulsó a Irán de la plataforma de comunicación financiera en 2012, desconectando a los bancos del país del sistema. Esta sanción estuvo en vigor hasta 2016, cuando se aceptó la reincorporación de varios bancos iraníes. Además, también se expulsaron algunos bancos rusos por la invasión de Crimea en 2014.
¿Qué efectos tiene la expulsión de Rusia del sistema SWIFT?
La expulsión del sistema SWIFT conlleva un bloqueo operativo para las entidades afectadas y sus clientes, tanto minoristas como mayoristas. Pero esto funciona en las dos direcciones. Es decir, que Rusia no puede operar con los países extranjeros, pero los países extranjeros tampoco pueden operar con Rusia.
Por lo tanto, esta medida tiene efectos en todas las economías. De hecho, ya hay proveedores españoles y otros acreedores que reclaman el pago de deudas que se han quedado en el aire.
Lo que podría venir después en Rusia no es ninguna broma. Los bancos podrían quebrar o la inflación, ya alta de por sí, terminará por acabar ahogando al país.
Ahora bien, Rusia cuenta con otro as en la manga, ya que el Gobierno lleva un tiempo desarrollado su propio sistema para esquivar esta sanción: el SPFS (Sistema para la Transferencia de Mensajes Financieros). De hecho, ayer el Banco Central de Rusia invitó a los participantes del mercado financiero a unirse a este sistema de mensajería financiera que "puede reemplazar al SWIFT".