Hace unos meses, cuando nuestra mayor preocupación era la pandemia del coronavirus, no dejábamos de soñar con la recuperación económica. Sin embargo, los precios en aumento y la guerra entre Rusia y Ucrania han alejado todavía más ese objetivo. Las consecuencias no se han hecho esperar, y por eso nuestro consumo ha bajado drásticamente en 2022 a causa de la inflación.
Inflación y consumo en 2022
La guerra en Ucrania ha cambiado el panorama económico en todo el mundo. La recuperación económica no solo se aleja cuando empezábamos a rozarla con las yemas de los dedos, sino que todos los analistas han rebajado sus expectativas de crecimiento.
Si ponemos números a estas previsiones, la Cámara de Comercio de España pronostica un aumento del consumo de los hogares del 2% en lugar del 4% que habían calculado a finales de 2021. Esta cantidad se aleja mucho del 6,9% que se contemplaba en los Presupuestos Generales del Estado.
Aunque el conflicto bélico es uno de los factores clave de este cambio, no es el único. La ralentización del consumo ya se apreciaba unos meses antes a causa de los efectos de la variante ómicron, los cuellos de botella en la cadena de producción y la subida de los precios de la energía.
Ante este panorama, el Banco Central Europeo advirtió de que el gasto de las familias se redujo más de lo esperado durante el cuarto trimestre de 2021, situándose un 2,5% por debajo del nivel anterior a la pandemia del coronavirus. Además, según los datos del INE, el consumo de las familias españolas bajó un 1,2% respecto al tercer trimestre durante el mismo periodo. No obstante, subió un 2,4% con respecto al otoño de 2020.
Un escenario preocupante para las familias españolas
El BCE considera que el retroceso se va a mantener por lo menos durante todo el primer trimestre de 2022. A pesar de que a finales de 2021 habían previsto una subida del consumo del 5,9%, ahora lo fija en un 4,6%. Pero estos porcentajes son mucho más bajos para el caso de España por el efecto de la inflación, que en febrero alcanzó el 7,6% y ahora llega al 9,8%, un incremento récord desde mayo de 1985.
La situación es preocupante. Los precios se han disparado y los sueldos no han subido (solo han subido un 2,2% los salarios de convenio). Por lo tanto, el margen de gasto y de ahorro para las familias españolas es menor.
En circunstancias normales, la incertidumbre que provoca la guerra entre Rusia y Ucrania aumentaría el ahorro. Pero el BCE no cree que vaya a ocurrir en esta ocasión, porque las familias utilizan ese ahorro para mitigar los efectos de la escalada de los precios.
Las medidas del Gobierno
El pasado martes, el Gobierno aprobó el "Plan Nacional de respuesta a las consecuencias de la guerra en Ucrania". Este plan recoge medidas urgentes para "apoyar a los colectivos más vulnerables y a los sectores productivos más afectados, garantizar los suministros y bajar los precios de los combustibles y la electricidad". Sin embargo, ha descartado bajar los impuestos.
No obstante, Funcas no tiene buenas noticias, ya que estima que este paquete de medidas transitorias solo va a bajar un punto la inflación. El Gobierno ha cifrado este plan en 6.000 millones en ayudas directas y 10.000 millones en créditos ICO.
Sea como sea, las previsiones económicas para esta primavera no parecen demasiado halagüeñas. Seguimos viviendo tiempos interesantes, sin duda.