La inflación en España alcanzó en marzo el 9,8%, la tasa más alta desde 1985. Los consumidores llevamos ya un tiempo notando el efecto en nuestros bolsillos, pues todo ha subido de precio. Pero si este problema procede del precio de la energía y de la guerra entre Rusia y Ucrania, ¿por qué España sufre una inflación más alta que otros países de Europa?
Inflación en España versus inflación en Europa
El aumento de la inflación es un problema que está atizando con fuerza a todos los problemas del mundo (con gloriosas excepciones, como Japón, que experimenta el fenómeno de la japonización). Pero, aunque este duro golpe al bolsillo de los consumidores es general, unas economías están experimentado subidas mucho más altas que otras.
España es uno de esos países que sufre una mayor tasa de inflación, especialmente si se compara con la del resto de grandes potencias de Europa. Obviamente, esto ha provocado que el consumo de las familias se reduzca drásticamente mientras hacen acopio de unos alimentos cuyo precio se ha disparado en marzo. ¿Pero a qué se debe esta diferencia?
Según los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) la semana pasada, la inflación en España alcanzó el 9,8% interanual en marzo, la cifra más elevada desde 1985. En contraposición, la inflación en la zona euro es del 7,5%. Por su parte, otros países como Francia (con un IPC del 5,1%), Portugal (5,3%), Italia (7%) o Alemania (7,6%) no registran datos tan preocupantes. ¿Pero por qué?
¿Por qué la inflación en España es más alta?
Según el análisis de la agencia Moody's, la clave de la diferencia entre la entre la inflación de España y las grandes potencias de la Eurozona radica en los efectos de la subida de precios de la energía. En España las consecuencias han sido más graves porque la factura de la luz está muy ligada a la evolución de los precios mayoristas del gas. "Por ejemplo, en febrero, los precios de la energía en España habían aumentado un 43,7% respecto a febrero de 2021, frente al 32% en la Eurozona".
Por lo tanto, la diferencia viene motivada por el elevado precio de la electricidad en España. Pero también está relacionada por la controvertida metodología que utiliza el INE para calcular el IPC. Y es que no tiene en cuenta a los consumidores que tienen contratos del mercado libre, que representan al 60% de los hogares. Los precios de estos contratos son menos volátiles y no están vinculados en tiempo real a los mercados mayoristas.
Si se añadieran esos valores, las tasas de inflación serían más bajas. Esta metodología de cálculo explicaría por qué en Portugal la inflación es bastante más baja que en España, a pesar de que comparten mercado eléctrico.
Los precios de la electricidad y algo más
Sea como sea, la electricidad en España ha subido un 80% en el último año. La cifra es tremendamente alta, especialmente si se compara con el 33,4% de la zona euro. No obstante, el precio de la electricidad en los Países Bajos también está muy ligado a la volatilidad del mercado mayorista. Allí han experimentado una subida del precio de la electricidad del 94% y se enfrentan a una inflación por encima del 11%.
Otras razones que explican esta brecha son la mayor participación de la energía en el índice de precios de España, la baja imposición relativa de los combustibles y otros factores que ahora mismo se postulan como meras posibilidades. Tal vez la propuesta del Gobierno de España y Portugal para limitar el precio del gas, así como la bonificación de la gasolina nos den un respiro.