La vida es complicada y está repleta de sorpresas. De un momento para otro puede surgirnos un imprevisto con el que no contábamos. Muchos de esos problemas se solucionan con dinero... pero no siempre disponemos de los ahorros necesarios para resolver los contratiempos. Por suerte, para esos casos están los préstamos y los créditos.
Los préstamos nos permiten conseguir un anticipo de dinero que debemos devolver en el plazo indicado. ¿Pero cuáles son las consecuencias de no devolver el dinero de un préstamo?
¿Qué ocurre si no puedo devolver el dinero de un préstamo?
Antes de pedir un préstamo o un crédito, debemos asegurarnos de que vamos a poder devolver el dinero (y los intereses) a tiempo. La no devolución implica un incumplimiento de contrato, con las consecuencias que esto despliega. Asimismo, dejar de pagar un préstamo nunca es una buena idea, porque el endeudamiento puede ser muy problemático.
¿Pero qué pasa si no se paga? Las principales consecuencias de no devolver el dinero de un préstamo o de un crédito son las siguientes.
1. Aumento de la deuda
Cuando no pagamos una deuda en el plazo pactado, la deuda empieza a crecer. ¿Por qué? Pues porque a la cantidad inicial hay que sumarle los intereses incluidos en el contrato y también los intereses de demora, que suelen tener un importe superior. Estos gastos se van añadiendo a la deuda mes a mes y la cantidad a pagar va aumentando. Es decir, que cuanto más tardemos en pagar, más grande será la deuda.
Y eso si no se trata de un préstamo bancario, puesto que, si nos quedamos en números rojos, nuestro banco empezará a cobrarnos cuotas por cada día que la cuenta está al descubierto. Vamos, una fiesta, especialmente por todo lo que viene después.
2. Listas de morosos
Una de las peores consecuencias de un impago es que el acreedor nos añada a una lista de morosos, como RAI o ASNEF. Las entidades suelen consultar estas listas antes de prestar servicios a los clientes. Esto significa que una persona que esté registrada como morosa no podrá obtener financiación en el futuro o ni siquiera contratar una línea telefónica, entre otras cosas.
3. Reclamación judicial
Si no pagamos una deuda, lo más habitual es que la entidad inicie una reclamación judicial. Y llegar a los tribunales es una experiencia desagradable para todos los implicados.
4. Embargo de bienes
Si hemos puesto bienes como garantía del pago, el juez puede ordenar el embargo de los bienes para saldar la deuda. Se trata de un mal trago por el que nadie quiere pasar, pero puede ser peor aún si teníamos avalistas, ya que estos pagarán las consecuencias de nuestro impago.
¿Qué alternativas tengo?
Si creemos que no vamos a poder pagar una deuda, lo mejor es anticiparnos al problema y comunicárselo a la entidad. Normalmente, nos ofrecerá alternativas, como la refinanciación de la deuda, alargar el periodo de devolución ofreciendo cuotas más pequeñas o dar un periodo de carencia. La entidad va a preferir cobrar poco a poco que no cobrar nada en absoluto... y, además, con estas soluciones siempre se lleva algo más de dinero. Ya se sabe, la banca siempre gana.
Pero no todas las entidades funcionan igual. En AZLO sabemos que las cosas no siempre ocurren como nos gustaría, y por eso ofrecemos préstamos online con facilidades de pago. Podrás pedir hasta 300 euros y devolverlos en un plazo de siete a 30 días. Pero si llega el momento de la devolución y no puedes pagar, te ofrecemos la posibilidad de renovar tu préstamo un mes más sin costes adicionales. Solo te pediremos que nos pagues los intereses mensuales y, a cambio, podrás tener más tiempo para devolver el dinero.