Hoy es 28 de abril, el Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo. Esta jornada, impulsada por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) tiene la finalidad de promover el empleo seguro, digno y saludable, algo que durante la pandemia del coronavirus hemos comprobado que es fundamental. La seguridad y la salud en el trabajo está estrechamente relacionada con la prevención de riesgos laborales. ¿Pero qué es y para qué sirve esta herramienta?
¿Qué es la prevención de riesgos laborales?
La prevención de riesgos laborales es un conjunto de medidas desarrolladas para mejorar la seguridad y la salud de los trabajadores en sus puestos de trabajo. La clave está en prevenir, en evitar el peligro antes de que se produzca. Y, de producirse, que el riesgo sea mínimo. Ahí juegan un papel clave los técnicos especialistas en prevención de riesgos laborales, que tienen la misión de evaluar y minimizar las posibles contingencias.
¿Y para qué sirve?
Gracias a esta disciplina, se procura impedir que surja un problema o limitar el peligro. ¿Pero cuáles son los tipos de riesgos laborales más frecuentes? Sin duda, los más habituales son los riesgos físicos, que incluyen los aspectos relacionados con la temperatura, la iluminación, la vibración y los ruidos en el lugar de trabajo.
No obstante, también existen otro tipo de riesgos, como los riesgos químicos, biológicos, psicológicos, mecánicos e incluso ergonómicos. Y también se consideran riesgos laborales aquellos relacionados con la seguridad vial cuando el trabajador desarrolla parte de su actividad profesional al volante.
¿Qué es el plan de prevención de riesgos laborales?
El plan de prevención de riesgos laborales es una herramienta en la que se desarrollan las medidas, la gestión y la política de prevención de la compañía. Este documento es obligatorio para todas las empresas, aunque su mera existencia no garantiza su efectividad.
Este plan debe adaptarse a las características de la empresa, como su tamaño y su actividad. Además, tiene que incluir los siguientes elementos:
- Identificación de la empresa. Hay que especificar su actividad productiva, el número y características de los centros de trabajo, su organización territorial, los riesgos genéricos de la actividad y el número de trabajadores y sus características.
- Estructura organizativa. Aquí se incluyen las funciones y las responsabilidades de todos los niveles jerárquicos y las vías de comunicación entre ellos.
- Organización de la producción. Identificación de procesos técnicos, prácticas y procedimientos organizativos relacionados con la prevención de los riesgos a los que se exponen los trabajadores.
- Organización de la prevención. Es necesario indicar la modalidad preventiva escogida y los órganos de representación.
- Objetivos. Política de la empresa en materia de prevención de riesgos, así como recursos humanos, materiales, técnicos y económicos de los que dispone.