Sobre las bajas médicas han corrido ríos de tinta, porque ya sabemos que vivimos en un país donde impera la picaresca. No obstante, la gente enferma, es inevitable. ¿Pero qué ocurre en el caso de que el empleado de una empresa siga dispuesto a trabajar como autónomo durante una baja laboral?
Vamos a ponernos en situación. Imagina que trabajas en régimen de pluriactividad y, por lo que sea, tienes que pedir la baja médica en tu empresa. Sin embargo, mientras te recuperas de tu enfermedad, sigues trabajando como autónomo durante la baja laboral. ¿Pero qué ocurre si la empresa se entera? ¿Podrían despedirte?
¿Es motivo de despido trabajar como autónomo durante una baja laboral?
Trabajar como autónomo durante una baja laboral no es motivo de despido si la actividad no entorpece la recuperación del trabajador pluriempleado. Al menos, así lo entiende la Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Castilla-La Mancha según lo dispuesto en la sentencia 224/2022 del pasado 4 de febrero. Así, el juzgado desestimaba el recurso de una empresa que quería despedir a una de sus logopedas por realizar consultas privadas durante su enfermedad.
Para llegar a esa conclusión, hay que tener en cuenta tres factores fundamentales. En primer lugar, hablamos de una situación de pluriactividad. Esto es, una persona que trabaja al mismo tiempo como asalariada en una empresa y como autónoma.
Además, la baja por incapacidad temporal en el régimen de trabajadores por cuenta ajena no conlleva automáticamente la baja en el régimen especial de trabajadores autónomos (RETA). Es decir, que darse de baja como trabajador asalariado por una enfermedad no implica la baja en el RETA, que se tendría que tramitar aparte.
Por otro lado, hay que valorar si existe incompatibilidad. Según recuerda el TSJ en su sentencia, la pluriactividad es compatible con una baja laboral siempre que no interfiera en el proceso de curación normal del trabajador. Esto significa que si la actividad que se realiza en el ámbito de autónomo no alarga ni agrava la enfermedad, podría desarrollarse legalmente sin problemas. La clave está en que el trabajo no suponga una interferencia en el proceso curativo que ha motivado la baja médica en la empresa.