Hoy es el Día Internacional de la Beneficencia, una jornada que se celebra en honor a la Madre Teresa de Calcuta por iniciativa de la ONU. ¿Pero sabías qué causas promueven la beneficencia y qué objetivos persigue, más allá de ayudar a aquellos que más lo necesitan?
¿Qué es la beneficencia?
Según la RAE, la beneficencia es la acción y el efecto de hacer el bien a los demás. Este ideal abstracto se manifiesta a través de actos de donación o ayuda a los necesitados, que suele ser voluntarios o sin ánimo de lucro. Hay numerosas instituciones que se encargan de llevar a cabo esta misión, tanto públicas como privadas.
Aunque algo tan vital como hacer el bien al prójimo se remonta al principio de los tiempos, en España las primeras leyes que regulaban la beneficencia surgieron en 1528, según Concepción Arenal. No obstante, la obra de Juan Luis Vives Tratado del socorro de los pobres publicada en 1526 ya hacía referencia a iniciativas privadas, como la beneficencia domiciliaria.
El objetivo de la beneficencia: acabar con la pobreza
Solidaridad, caridad, altruismo y beneficencia van de la mano para buscar el fin de la pobreza y crear un mundo más justo para todos. Según la ONU, la beneficencia sirve para lograr múltiples objetivos:
- Contribuir a la promoción del diálogo, la solidaridad y la comprensión mutua entre las personas.
- Mitigar los efectos de las crisis humanitarias (como vimos durante los peores momentos de la pandemia del coronavirus).
- Complementar ciertos servicios públicos: salud, vivienda, educación y protección a la infancia.
- Promover la cultura, la ciencia y el deporte, así como la protección del patrimonio cultural y natural.
- Ayudar a concienciar acerca de los derechos de los marginados y desfavorecidos.
- Garantizar la humanidad en situaciones de conflicto.
¿Pero cómo se consigue todo esto? Para garantizar el cumplimiento de estos objetivos, los países miembros de la ONU aprobaron en 2015 la Agenda 2030. En este texto se recogen los 17 objetivos de desarrollo sostenible (ODS), que persiguen la erradicación de la pobreza en todas sus formas y abogan por un espíritu de solidaridad global reforzada para ayudar especialmente a los más pobres y vulnerables.
La ONU afirma que los ODS tienen el "potencial de transformar nuestras vidas y nuestro planeta". Pero primero hay que levantarse de la mesa y pasar de la teoría a la acción para alcanzar resultados efectivos.
Cómo colaborar
Si bien es cierto que como individuos particulares no podemos hacer mucho, la ONU reconoce que, en términos de desarrollo, los gobiernos no pueden actuar solos. El voluntariado y la filantropía cívicas son fundamentales para eliminar las barreras sociales e impulsar acciones colectivas que consigan resultados efectivos.
Por lo tanto, para ayudar podemos consultar los eventos benéficos que se van a realizar en nuestra ciudad y apuntarnos como voluntarios. No siempre se trata de donar dinero, especialmente ahora, que la inflación nos aprieta cada día un poco más y casi todas las familias están experimentando dificultades para llegar a fin de mes.