Hoy es 9 de septiembre, el Día Mundial del Vehículo Eléctrico. Esta jornada de reciente creación se celebra desde 2020 por iniciativa de las empresas ABB y Green TV con el objetivo de poner el foco en la movilidad eléctrica y su impacto positivo en el medioambiente. Gracias a estas campañas, son muchos los ciudadanos que han comprado un vehículo eléctrico o planean hacerlo en los próximos años. ¿Pero es un buen momento para invertir en un coche eléctrico?
¿Debería comprar un coche eléctrico?
Todos tenemos asumido que los vehículos eléctricos son más sostenibles y económicos. Y si bien es cierto que sí son una alternativa más respetuosa con el medioambiente, en realidad su uso no es tan barato como nos lo han vendido. De hecho, como ya vimos, ahora mismo no es el mejor momento para comprar un coche híbrido enchufable. ¿Pero qué pasa con los eléctricos?
Con el precio de los combustibles disparado, muchos comienzan a mirar con ojos golosos el mercado de vehículos eléctricos. Sin embargo, la situación de la energía tampoco es precisamente halagüeña, tal y como atestigua la dolorosa factura de la luz. Por lo tanto, ¿merece la pena comprar ahora mismo un coche eléctrico? Vamos a coger la calculadora y a comparar los gastos frente a los de un vehículo tradicional.
1. Precio
Ahora mismo, un coche eléctrico es sensiblemente más caro que uno tradicional, incluso teniendo en cuenta las ayudas estatales. En concreto, podría salir entre 5.000 y 15.000 euros más. No obstante, este gasto puede compensarse con el ahorro en combustible si hacemos muchos kilómetros.
2. Combustible
Los motores eléctricos son más eficientes que los de combustión. En concreto, el uso de un vehículo eléctrico puede salir hasta cinco veces más barato.
4. Autonomía del coche eléctrico
El principal punto débil de los vehículos eléctricos es su autonomía, mucho más limitada que la de los coches de toda la vida. Sin embargo, es un aspecto que previsiblemente tendrá solución a corto plazo.
Ahora mismo, el coche eléctrico es una buena alternativa si se usa para desplazamientos cortos o para moverse a menudo por una ciudad con ZBE (zona de bajas emisiones). Ahora bien, si lo vamos a utilizar como único vehículo, vamos a tener que optar por modelos más caros con mayor autonomía o hacer varias paradas durante el viaje para realizar recargas.
5. Reparaciones
En principio, el mantenimiento de un vehículo eléctrico debería ser mucho más sencillo (y económico), ya que no tiene embrague, filtros, correas de distribución u otros componentes del estilo, aunque sí que tiene otras piezas que tal vez resulten difíciles de reparar. No obstante, en general se estima que el ahorro en mantenimiento puede alcanzar el 25%.
6. Otros gastos
Los vehículos eléctricos cuentan con ciertas ventajas, como aparcamiento en zona azul (ORA) gratuito, plazas especiales de parquin en centros comerciales con puntos de recarga gratuitos, rebajas de impuestos o excepciones en las limitaciones de tráfico (como el nuevo peaje urbano para circular por las ciudades).
Por otro lado, vamos a necesitar un punto de recarga. Su instalación cuesta en torno a los 1.200 euros, aunque existe una subvención del 70%. Por lo tanto, la solución es simple si tenemos una casa con garaje privado, aunque la cosa se complica si aparcamos en la calle o en un garaje comunitario. Y a esto hay que sumar el coste de la batería cuando toque reemplazarla, que ahora mismo es bastante elevado (a partir de 2.000 euros).
En conclusión...
En definitiva, comprar un coche eléctrico merece la pena si hacemos muchos kilómetros (alrededor de 20.000 kilómetros al año). En ese caso, la inversión se amortiza en unos diez años, pero depende del modelo del vehículo.