Por desgracia, el concepto de burbuja inmobiliaria le resulta bastante familiar a la mayoría de los españoles. Y es que ya hemos sufrido unas cuantas. ¿Pero qué es realmente una burbuja inmobiliaria? ¿Estamos inmersos en otra?
Burbuja inmobiliaria: Concepto y características
Una burbuja inmobiliaria es un aumento excesivo e injustificado de los precios de los bienes inmuebles. Es decir, que sube el precio de las viviendas sin que exista un motivo aparente que justifique el incremento. Generalmente, esta subida se eleva muy por encima del crecimiento económico del país.
Causas de la burbuja inmobiliaria
Existen varios factores que pueden provocar una burbuja inmobiliaria. Los principales son los siguientes:
- La especulación. Es la causa más habitual. Consiste en adquirir inmuebles para venderlos a un precio más caro.
- Compra de segundas viviendas. La adquisición de segundas residencias ha sido una constante en los últimos años debido a los bajos tipos de interés y a la flexibilidad a la hora de conceder financiación a particulares. Sin embargo, este fenómeno aumenta la demanda de viviendas y reduce la oferta y, por lo tanto, los precios se hinchan.
- Préstamos hipotecarios. Los bancos también juegan un papel importante en las burbujas, pues muchas veces acaban concediendo hipotecas a clientes que no cuentan con la solvencia financiera suficiente.
- Aumento de suelo urbanizable. Ante estas situaciones, el Estado suele apoyar al sector de la construcción autorizando la creación de nuevos suelos urbanizables, contribuyendo a aumentar la burbuja.
¿Cuáles son sus consecuencias?
Cuando estalla una burbuja inmobiliaria después de años de encarecimiento injustificado, suele producirse una caída drástica de los precios, lo que pone en peligro la economía del país. Para empezar, la construcción deja de ser un sector floreciente y se destruyen numerosos puestos de empleo.
Por otro lado, muchos clientes acaban cayendo en situaciones de insolvencia y no pueden pagar sus hipotecas, lo que provoca desahucios y embargos de viviendas, que se convierten en activos menos fiables. Ante el riesgo que supone aceptar nuevos clientes, las entidades bancarias suelen subir los tipos de interés, lo que encarece las hipotecas. Además, también disminuye la inversión empresarial, dañando gravemente el tejido productivo del país.
¿Podemos decir que estamos sufriendo una nueva burbuja inmobiliaria en 2022?
Precios disparados, la inflación en máximos históricos, el furor por la compra de viviendas... ¿nos estamos metiendo de lleno en una nueva burbuja inmobiliaria? El Banco de España ya advirtió de esta posibilidad en abril. Son muchos los expertos que afirman que ya estamos ante otra burbuja cuyo colapso se producirá a medio plazo.
No obstante, la mayoría de los economistas coincide en que esta burbuja inmobiliaria no es tan grande como las anteriores. Es más, algunos ya apuntan que el mercado comenzará a regularse a finales de año, pero de momento parece un escenario improbable.