Mañana termina el verano. Ha sido una estación rara, marcada por las altas temperaturas, el aumento de los precios y del euríbor, la sequía y el auge del turismo, un sector especialmente golpeado por la pandemia del coronavirus. Sin embargo, en mitad de esa vorágine de gasto se alzaban voces que llamaban a la mesura y a la cautela por lo que está por venir en los siguientes meses. ¿Pero cuáles son las previsiones económicas para el otoño de 2022?
Un verano de consumo (casi) desenfrenado
Hace tres meses, el economista Santiago Niño Becerra lanzó un preocupante anuncio que muchos prefirieron no escuchar. Niño habló de "el último verano" en un programa radio en referencia a la previsible caída de la economía española que llegará en otoño.
Si hemos puesto un pie fuera de casa este verano, habremos comprobado que todo estaba lleno. Hoteles, festivales, playas, restaurantes... Así, muchos han preferido desoír las advertencias de los economistas y dedicarse a disfrutar mientras puedan. La diferencia con respecto a otros años es que los días de vacaciones se acortaban para ajustar el presupuesto y ahorrar dinero.
Ahora que las temperaturas empiezan a templarse, los españoles miran con temor los meses venideros, especialmente por el miedo que nos están metiendo con el tema de la energía. Y es que las previsiones económicas para el otoño de 2022 no son precisamente halagüeñas.
Otoño de 2022 y las preocupantes previsiones económicas
En el Poniente de Juego de tronos se preparaban para lo peor con la expresión "se acerca el invierno". Ahora sentimos esas ominosas palabras más cerca que nunca, ya que estamos a punto de enfrentarnos a uno de los inviernos más duros de los últimos años. Pero primero le toca el turno al otoño, que va a venir fuerte.
La inflación se situó en agosto en el 10,5%, con la electricidad y los alimentos encabezando las subidas de precio. Todas estas cifras marcan niveles de récord todos los meses, pero lo peor es que esto parece solo el principio.
Las medidas anticrisis del Gobierno parecen tener un efecto escaso, ya que los precios no dejan de subir mientras que se habla de un posible corte del suministro de energía como consecuencia de las sanciones que la Unión Europea ha impuesto a Rusia por la guerra en Ucrania. Por lo tanto, la recesión se postula como un escenario probable a medida que se enfrían las temperaturas.
Así que, ¿qué podemos esperar de este otoño? Todo parece indicar que los precios seguirán encareciéndose, lo que conducirá a una contracción del consumo. Esto es lo que persigue el BCE con las subidas de los tipos de interés, y seguramente se anuncie una más en las próximas semanas. Esta medida tendrá un efecto directo en el euríbor y las hipotecas, que seguirán su ascenso prohibitivo.
Pero aún hay más. Una menor actividad económica puede conducir a una crisis, a un repunte de la morosidad y a un posible aumento del paro. Lo que sigue es una pérdida del poder adquisitivo de los hogares españoles, ya que la inflación está devorando los ahorros.
No obstante, aún no hay nada escrito. Hay que ser realistas, pero no catastrofistas. Se avecina una crisis económica, pero no parece que vaya a ser tan grave como la de 2008. Sea como sea, nos esperan unos meses muy duros y es momento de apretarse el cinturón. Además, ante un caso de necesidad, siempre tendremos a mano los préstamos personales de Azlo para conseguir dinero en el acto.