¿La última factura de la luz te ha provocado un ataque de ansiedad? ¿Ya no sabes qué hacer para que la visita al supermercado no se convierta en un agujero en tus finanzas? ¿Necesitas ayuda para llegar a final de mes? Toma buena nota de las siguientes líneas, porque vamos a repasar algunos consejos y trucos para enfocar mejor los gastos familiares y así ahorrar dinero.
Los mejores trucos para recortar tus gastos familiares y ahorrar dinero en casa
El año pasado, los precios de los alimentos y de la energía subieron drásticamente. Eso provocó que los gastos en casa se multiplicaran al mismo tiempo que el poder adquisitivo de las familias se reducía.
Todos nos desesperamos por ahorrar dinero, pero a veces no es suficiente y no nos queda otra alternativa más que pedir préstamos rápidos online o recurrir a otro tipo de financiación. A continuación, recogemos algunos trucos que podemos aplicar en casa para limitar los gastos familiares y ahorrar dinero. Vamos a ello.
1. Limita el consumo de energía en el hogar
Todos nos hemos convertido en ninjas del ahorro energético en los últimos meses, pero seguro que todavía hay cosas que podemos hacer para reducir aún más el consumo. Más allá de usar bombillas led, revisar periódicamente las instalaciones y apagar los dispositivos en stand-by, también deberíamos reservar el uso de la lavadora, del horno y de otros electrodomésticos de elevado consumo a las horas más baratas del día (e incluso a los días más baratos de la semana).
¿Otras cosas que podemos hacer para ahorrar energía? Invertir en ropa térmica para estar en casa (y así poner la calefacción más tarde), aislar bien las ventanas y bajar las persianas en las horas más frías. Además, los burletes se convertirán en nuestros mejores amigos (y los más baratos) para frenar las corrientes de aire rebeldes.
2. Planifica tus gastos mensuales
Cuando hacemos la planificación de los gastos mensuales solemos pensar en la comida. ¡Pero los gastos mensuales abarcan mucho más! Luz, transporte, suscripciones, ocio, ropa, alquiler o hipoteca... Una vez que tenemos controlados ingresos y posibles gastos, es más fácil organizarse y poner freno a los gastos hormiga.
También resulta muy útil planificar los menús semanales (e incluso mensuales) para comprar solo los alimentos que necesitamos y evitar el despilfarro. Al mismo tiempo, esta es la mejor forma de luchar contra las compras impulsivas.
3. Reutiliza, recicla y repara
La regla de las tres R es el lema de cualquier ahorrador. Aunque a veces no hay más remedio que comprar un producto para sustituir otro, muchas veces las cosas que tiramos tienen arreglo. A todos nos gusta estrenar, pero también tener dinero en el banco cuando lo necesitamos.
Dar una segunda vida a las cosas puede ayudarnos a ahorrar una gran cantidad de dinero al cabo del año. Es más, también podemos vender en portales de segunda mano aquellos artículos que ya no usamos. Ganaremos algo de dinero y un poco de espacio en casa al mismo tiempo.
4. Cocina (más) en casa
Es muy cómodo abrir un paquete de comida preparada o bajar al bar de la esquina a comer. Sin embargo, hacer comida casera no solo es mucho más barato, sino que también es más sano y la mejor opción si estamos intentando bajar de peso.
No hace falta ser un experto en gastronomía para preparar platos ricos y nutritivos. El principal problema suele ser el tiempo, aunque técnicas como el batch cooking pueden salvarnos la vida.
5. Busca los mejores descuentos
El buen ahorrador no se lanza a comprar lo primero que pilla. Uno de los mejores trucos para reducir los gastos familiares es buscar ofertas y comprobar si los descuentos son reales. Hay que tener cuidado, porque muchas de las promociones suelen ser falsas.
Internet puede ser un gran aliado en este sentido, sobre todo a la hora de buscar códigos de descuento y comparar precios. Otra idea interesante es apuntarnos a la lista de correo de nuestras tiendas favoritas para recibir directamente en el email las promociones especiales, aunque a veces esto es contraproducente, ya que estos mensajes nos invitan al gasto cuando no lo tenemos planificado y hasta nos crean "necesidades innecesarias".