Aunque todo el mundo sabe lo que es un coco, los CoCos no son tan conocidos. En este artículo de educación financiera vamos a sumergirnos en el inabarcable mundo de los bonos para examinar en profundidad este producto.
¿Qué son los CoCos?
Los bonos convertibles contingentes, popularmente conocidos como CoCos (Contingent Convertibles Bonds) son unos activos financieros híbridos a medio camino entre deuda y capital. En concreto, cuentan con características de deuda (pagan un interés al inversor) y de capital (por su capacidad de absorción de pérdidas).
No se trata de un producto destinado al pequeño ahorrador (vamos, que no pienses en pedir un préstamo online para invertir en CoCos). De hecho, están clasificados como AT1 (Additional Tier 1), es decir, el tipo de bono más arriesgado que puede emitir un banco.
Y si te estás preguntando de qué te suenan los CoCos, seguramente sea porque se trata del bono bancario que ha sembrado la discordia en el rescate del banco Credit Suisse este mes de marzo. Pero esa es otra historia y debe ser contada en otra ocasión.
¿Quién los emite y cómo funcionan?
Por regla general, los CoCos son emitidos por un banco. Su funcionamiento radica en que estos bonos se pueden convertir en acciones del mismo emisor si concurre una determinada contingencia que normalmente está relacionada con una crisis financiera de la entidad emisora. Por lo tanto, los inversores corren el riesgo de asumir grandes pérdidas potenciales, y por eso suelen estar dirigidas solo a inversores institucionales.
Las condiciones de conversión aparecen recogidas en el folleto de emisión. Una de las más comunes es que el ratio CET1 (Common Equity Tier 1) descienda por debajo de un valor determinado.
¿Qué tipos de bonos convertibles existen?
Hay tres tipos de bonos convertibles: los clásicos, los forzosamente convertibles y los contingentes convertibles (los CoCos). En los clásicos es el propio inversor el que elige si quiere convertir los bonos en acciones a cambio del precio de conversión que ofrece la entidad. Por otro lado, en los bonos forzosamente convertibles al inversor no le queda más remedio que convertirse en accionista.
Los CoCos son una mezcla de ambos bonos. En principio, se comportan como bonos convertibles clásicos. Pero, si se dan determinadas circunstancias, pueden pasar a ser de conversión forzosa.
Ventajas y desventajas de los CoCos
El principal inconveniente de los bonos convertibles contingentes es el riesgo que asumen los inversores. A cambio, se ofrecen unos intereses muy atractivos. Además, los CoCos están por encima de las acciones en el orden de prelación, por lo que, en caso de que se produzca un concurso de acreedores, cobrarían primero estos inversores. O al menos así debería ser.
Asimismo, este producto puede parecer interesante en épocas de bonanza económica. Sin embargo, si se produce un contexto económico inestable (como el que estamos viviendo estos últimos meses), hay un gran riesgo de que la entidad obligue a hacer el cambio de bonos a acciones por un precio poco ventajoso.