Vivimos en un mundo completamente diferente al de hace cuatro meses. Nuestros barrios parecen salidos de una película posapocalíptica. Si alguien nos hubiera dicho en Nochevieja que en marzo las calles de las ciudades estarían vacías y que en junio todos iríamos con mascarillas, hubiera sido difícil de creer. Y todavía quedan meses hasta que llegue la cura para la COVID-19. Sin embargo, los investigadores de la Universidad de Oxford creen que su vacuna contra el coronavirus podría estar lista en octubre. ¿Estará preparada la vacuna antes de lo que se pensaba?
La búsqueda a contrarreloj de la vacuna contra el coronavirus
Mientras la nueva normalidad empieza a asentarse en España e intentamos convivir con el virus como mejor podemos, la COVID-19 sigue causando estragos por el mundo. Preocupan especialmente las cifras de contagios en América, en la India y en Pekín, así como la detección de un importante brote de coronavirus en Huesca. También son alarmantes las dificultades que está provocando la COVID-19 en los mataderos. Encontrar una vacuna para el coronavirus es urgente.
Pero la ciencia no es magia. La ciencia requiere tiempo, experimentación y pruebas. La OMS ya advirtió de que, probablemente, no habría vacuna como mínimo hasta enero. No obstante, ahora señala que es posible que al menos dos de los laboratorios que están trabajando en el desarrollo de la vacuna la tengan lista para finales de año.
De hecho, hay alrededor de una decena de vacunas en la fase III (en la que se realizan grandes ensayos con personas para probar la seguridad y eficacia de la vacuna). Una de las vacunas más prometedoras es la del Institute Jenner de la Universidad de Oxford (la misma universidad que ha publicado el estudio de la dexametasona).
¿Habrá vacuna para el coronavirus en octubre?
Según el director del Instituto Jenner, el profesor Adrian Hill, "si todo va bien, tendremos los resultados de los ensayos clínicos en agosto o septiembre. Teniendo en cuenta que estamos fabricando en paralelo, estaremos listos para entregar a partir de octubre". Estas declaraciones han sido realizadas durante su participación en el ciclo de webinar sobre la COVID-19 de la Sociedad Española de Reumatología (SER).
Es decir, están fabricando las dosis mientras investigan para poder tener lista cuanto antes la vacuna del coronavirus. A través de su colaboración con la empresa farmacéutica AstraZeneca, la Universidad de Oxford está preparando un plan a larga escala para producir 2.000 millones de dosis en un año.
La vacuna del Institute Jenner está basada en adenovirus, virus vivos con una gran capacidad de replicación. Esto facilitaría su producción a gran escala en cuanto a tiempo y coste.
No obstante, antes de lanzar campanas al vuelo, todavía se desconoce por cuánto tiempo inmunizaría esta vacuna. Por el momento, todo parece indicar que se trataría de una vacuna anual de carácter estacional, al igual que la de la gripe.
Múltiples vacunas para una enfermedad
En España también hay algunas iniciativas que están buscando una vacuna contra el coronavirus. El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y el Centro Nacional de Biotecnología (CBN) trabaja en una vacuna basada en una versión atenuada de la de viruela. Si todo va bien, esperan empezar los ensayos con humanos a final de año.
Además, los expertos consideran que es probable que a largo plazo convivan en el mercado diferentes vacunas contra el coronavirus. La prioridad ahora mismo es encontrar una vacuna que pueda reducir la mortalidad, los contagios y la necesidad de hospitalización. Pero el objetivo es conseguir una vacuna que sea capaz de producir memoria inmunológica.
Esto puede suponer un problema. En el encuentro organizado por la SER, el virólogo español Luis Enjuanes ha declarado que se teme que las primeras vacunas "no sean las mejores, sino, aquellas que hayan conseguido financiación por parte de una multinacional, con la correspondiente influencia en los gobiernos y capacidad de producción".
Otro grave inconveniente es la diferencia de estructura y recursos entre los países, lo que provocará que la vacuna no llegará a todo del mundo al mismo tiempo. En este sentido, el profesor David M. Salisbury, del Royal Institute of International Affairs, Chatham House de Londres, ha instado a hacer un esfuerzo económico global para generar fondos económicos con los que se pueda permitir el acceso a las vacunas por parte de los países más necesitados.
Para los inconscientes que tanto pedían un mundo sin vacunas: aquí tienen un mundo sin UNA vacuna. Imagínate sin ninguna.
— Cristina Bailón (@m4cri) March 28, 2020