Muchas veces tendemos a referirnos a las tarjetas de crédito y a las de débito como si fueran la misma cosa. Y aunque ambas nos proporcionan medios de pago electrónicos, tanto sus características como sus condiciones de contratación y su forma de pago difieren entre sí. Veamos en qué se diferencia una tarjeta de crédito y una tarjeta de débito y cuál conviene más tener en cada caso.
¿En qué se diferencia una tarjeta de crédito de una tarjeta de crédito?
Tanto la tarjeta de crédito como la de débito son tarjetas bancarias de plástico, llevan nuestro nombre impreso y nos sirven para efectuar pagos digitales sin llevar dinero encima. Además, son respetuosas con el medioambiente y se han convertido en el método de pago más seguro en términos sanitarios en estos tiempos del coronavirus gracias a tus funciones contactless. ¿Pero en qué se diferencian las tarjetas de crédito de las tarjetas de crédito?
La diferencia principal radica en la forma de abonar la cantidad adeudada. Mientras que la tarjeta de débito siempre está vinculada al saldo que tengamos en la cuenta del banco, las tarjetas de crédito nos permiten operar con dinero prestado por la entidad financiera.
En este sentido, cuando utilizamos una tarjeta de débito, el importe de la operación se descuenta automáticamente del saldo de la cuenta asociada. Si no tenemos dinero suficiente, la operación será denegada.
Por otro lado, cuando se utiliza la tarjeta de crédito es el banco el que nos presta el dinero, que tendremos que devolver pagando un determinado interés. Es decir, al usar una tarjeta de crédito la entidad financiera adelanta el dinero, independientemente del dinero que tengamos en la cuenta. El dinero prestado por el banco al utilizar la tarjeta de crédito puede devolverse de tres formas diferentes:
- A fin de mes en el día de liquidación fijado en el contrato.
- Mediante un porcentaje de crédito.
- Cuota fija establecida, lo que habitualmente se conoce como tarjetas revolving.
En otras palabras: las tarjetas de crédito nos permiten financiar y pagar nuestras compras o gastos a plazos. Además, las tarjetas de crédito suelen llevar asociados intereses de financiación, una condición que no es común en las tarjetas de crédito.
Otras tarjetas financieras
Algunos bancos también ofrecen tarjetas monedero o tarjetas virtuales que resultan especialmente útiles para comprar online. Por ejemplo, la tarjeta virtual e-Cash del Banco Santander. Este tipo de tarjetas se pueden recargar según la cantidad de dinero que nos vayamos a gastar, con el fin de evitar de que nos roben dinero de la cuenta.
Tarjeta de crédito o tarjeta de débito: ¿cuál me conviene más?
Tener una tarjeta de crédito puede ser muy útil en ciertas ocasiones. Por ejemplo, es necesaria si queremos alquilar un vehículo. Asimismo, algunas tarjetas de crédito incluyen descuentos en ciertos establecimientos y comercios, así como promociones, programas de puntos o devoluciones de dinero, entre otras ventajas.
Es decir, una tarjeta de crédito tiene más prestaciones que una tarjeta de débito. No obstante, si no controlamos nuestros gastos de manera responsable, es mejor evitar tentaciones y optar por la tarjeta de débito. De esta forma, nunca gastaremos más de lo que tenemos.