El viernes pasado se celebró en Oviedo la entrega más emotiva de los Premios Princesa de Asturias. La atípica ceremonia se ofició en la intimidad del salón Covadonga del histórico hotel de La Reconquista en la presencia del rey Felipe VI, la reina Letizia, la princesa Leonor, la infanta Sofía, la reina Sofía y un grupo de personalidades políticas. Pero ellos quedaron en un segundo plano ante la solemnidad del homenaje que se hizo a los sanitarios que lucharon en primera línea contra la COVID-19.
Los Premios Princesa de Asturias más emotivos
Aunque algunos se empeñen en mirar a otro lado, estamos lejos de vencer al coronavirus. El mismo día que España alcanzaba una cifra récord de contagiados de COVID-19, la Fundación Princesa de Asturias se enfrentaba a uno de sus retos más complicados: celebrar la ceremonia de entrega de los galardones en un escenario mucho más íntimo de lo habitual.
Así fue como el teatro Campoamor fue sustituido por el salón Covadonga del hotel de La Reconquista para la entrega de los Premios Princesa de Asturias después de 39 años. No obstante, todos estuvimos presentes en ese teatro mientras escuchábamos el maravilloso himno de Asturias interpretado por la Real Banda de Gaitas Ciudad de Oviedo. Un momento tan épico como majestuoso.
La edición de 2020 pasará a la historia por las medidas de seguridad, la ausencia de muchos de los premiados y las lágrimas, convirtiendo al acto en el más solemne y sentimental que se recuerda. Estos premios, destinados a galardonar la labor social, cultural, científica, técnica y humana de las personas e instituciones, se partieron este año de la siguiente manera:
- Concordia: Sanitarios españoles en primera línea contra la COVID-19.
- Artes: Ennio Morricone y John Williams.
- Comunicación y humanidades: Feria Internacional del Libro de Guadalajara y Hay Festival of Literature & Arts.
- Ciencias sociales: Dani Rodrick.
- Deportes: Carlos Sainz.
- Letras: Anne Carson.
- Investigación científica y técnica: Yves Meyer, Ingrid Daubechies, Terence Tao y Emmanuel Candès.
- Cooperación internacional: Gavi, the Vaccine Alliance.
Pero fue, sin duda, el Premio Princesa de Asturias de la Concordia a esos héroes anónimos el que robó todo el protagonismo. Y fue totalmente merecido.
Los sanitarios, nuestros héroes anónimos
Tras la presentación de los representantes de los sanitarios, el doctor José Eugenio Guerrero Sanz, jefe de la unidad de cuidados intensivos del Hospital Gregorio Marañón de Madrid y del grupo privado HM, dio voz a esos héroes anónimos que fueron la primera barrera entre las personas y un virus desconocido. El doctor comenzó su discurso agradeciendo "un reconocimiento que, recordando a Unamuno, es de todos y de cada uno de nosotros, los que construimos la vida diaria anónimamente, sin que el nombre aparezca en ningún sitio, pero son o somos los verdaderos protagonistas de la historia".
La cámara se paseaba entre los rostros emocionados de los presentes mientras el doctor continuaba. "La historia del año 2020 estará marcada por la peor crisis sanitaria a la que el mundo se ha enfrentado en el siglo XXI. Una pandemia que ha cambiado nuestra forma de vida y que nos obliga a afrontar un futuro incierto. Pero que también nos ha enseñado lecciones importantes y nos ha hecho recuperar valores esenciales. Hemos aprendido que es difícil entender la palabra concordia si no va unida a la de solidaridad. Y una pandemia que nos trajo y trae tanto sufrimiento, dolor, deshumanización y muerte, también nos ha recordado que la concordia solo se obtiene con el esfuerzo de todos a través de la solidaridad".
"Rendirse no era una opción"
"Como sanitarios, nuestro trabajo ha sido luchar por la vida, por aliviar, por devolver la esperanza en momentos inciertos. Hubo desaliento, cansancio infinito, lágrimas, miedo, pero siempre volvimos a levantarnos porque rendirse no era una opción", continuaba el doctor. Con estas palabras cobran especialmente historias como la de Teresa López Pernia, madre de Sara Bravo. Esta médico de familia del centro de salud de Mota del Cuevo (Cuenca) perdió la vida con 28 años atendiendo a pacientes de coronavirus.
También fue especialmente emotivo el momento en el que la farmacéutica de Leganés, Nieves Mijimolle (que acudió al evento junto a su hermana Carmen, también farmacéutica), se acercó a los reyes mientras se escuchaba por los altavoces la historia de sus padres. "Sus padres, Tomás Mijimolle y María del Carmen Cuadrado, farmacéuticos de profesión y vocación, no dudaron en volver a su farmacia en Leganés en los días más duros de la pandemia. Fallecieron con pocos días de diferencia en el mes de marzo a causa de la COVID-19”.
Tomás y Carmen siempre estuvieron juntos, y juntos se fueron, arrastrados por una cruel enfermedad que no entiende de despedidas. Su labor hacia la comunidad fue totalmente desinteresada y solidaria, siempre dispuestos a ayudar con una sonrisa en la cara. Ahora, meses después, encoge el corazón pensar en las colas interminables de gente que acudía a su farmacia en busca de su ayuda en marzo, cuando los centros sanitarios estaban saturados. Farmacia que, por otro lado, fue una de las pocas de Leganés donde nunca faltaron mascarillas, guantes y gel hidroalcohólico durante todo el confinamiento, incluso en los peores días.
🔵 Un tremendo honor este reconocimiento a todos los sanitarios que lucharon sin descanso en primera línea contra la #COVID19 y que @nievesmijimolle recibe en nombre de todos los farmacéuticos que han perdido la vida durante la pandemia. #PremiosPrincesadeAsturias pic.twitter.com/YzkKG4zbFz
— COF Madrid (@COFMadrid) October 16, 2020
"Supimos romper la barrera"
El doctor Guerrero también tuvo un recuerdo para los aplausos de las 8 de la tarde. "No fuimos héroes. O quizá lo fuimos todos. Porque frente a una pandemia que nos obligaba al distanciamiento, supimos romper la barrera y hallar un punto de encuentro y a las 8 de la tarde, cada día, salíamos a aplaudir a la vida, a buscar en la mirada de los otros la fuerza para seguir adelante, sabiendo que no estábamos solos”.
No obstante, también aseguraba que "un buen sistema sanitario ofrece seguridad en tiempos de incertidumbre y proporciona estabilidad y paz social, imprescindibles para hacer frente a una crisis" como la que estamos viviendo. Por último, finalizó su discurso recordando a todos los sanitarios que fallecieron en la lucha contra el coronavirus, "hombres y mujeres que dedicaron su vida a cuidar de otras vidas y que llevaron su generosidad y su compromiso hasta el extremo. Quizá la historia no recuerde sus nombres, pero nosotros no los olvidaremos nunca y hoy recogemos este premio en su memoria”.
Además del doctor José Eugenio Guerrero Sanz, Teresa López Pernia y Nieves Mijimolle, dos neumólogos, una especialista en medicina interna, una trabajadora de la UCI del Hospital Central de Asturias y la directora de Enfermería del mismo centro, un enfermero de una residencia de ancianos, un auxiliar de enfermería, un técnico en emergencias sanitarias, una limpiadora, un técnico de imagen para el diagnóstico y un MIR completaron la representación de los sanitarios españoles. Y, aunque tal vez la historia no recuerde sus hombres, nuestro agradecimiento será eterno.
“Las mascarillas no dejan ver las sonrisas pero sí las lagrimas”. Aquí el resumen de la ceremonia de los Premios Princesa de Asturias. Gracias por los comentarios.
— Carlos del Amor (@cdelamor_) October 16, 2020
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