Si andamos justos de dinero o hemos tenido problemas económicos, es posible que hayamos oído hablar de la CIRBE. Veamos qué es este organismo y en qué se diferencia de las listas de morosos como ASNEF o RAI.
CIRBE: Concepto y características
La Central de Información de Riesgos del Banco de España, más conocida como CIR o CIRBE, es una base de datos donde se registra la información de los riesgos directos y los riesgos indirectos que cada entidad de crédito mantiene con sus clientes. Los riesgos directos son los préstamos y créditos de más de 6.000 euros, mientras que los riesgos indirectos son los avales y las garantías sobre las deudas de otras personas por importe superior a 30.000 euros. Además, una vez al mes la CIRBE facilita a las entidades la información de las personas cuyo riesgo acumulado supera los 9.000 euros.
¿Para qué sirve?
La CIRBE cumple con una función fundamental para el Banco de España. Por un lado, sirve para realizar estudios estadísticos sobre el sector y la economía del país. Por otro, esta base de datos es clave para que pueda supervisar y controlar el sistema financiero.
Asimismo, la CIRBE también cumple un papel esencial para las entidades bancarias. Gracias a la información que recoge, las empresas de financiación pueden comprobar el riesgo de impago de un cliente potencial en función de las deudas que ya tiene contraídas. De esta forma, las entidades de crédito pueden valorar si prestar dinero a una persona es buena idea o no.
¿Quién puede solicitar un informe a la CIRBE?
La información de esta base de datos es pública, gratuita y confidencial. Es decir, cualquiera puede acceder libremente para consultar su propia información y solicitar su informe de riesgos, pero no se pueden mirar los datos de otras personas.
No obstante, una entidad de crédito puede pedir información sobre un titular si este solicita una operación de riesgo (como una hipoteca o un crédito personal). También podrán pedir los datos en caso de que el sujeto sea el obligado al pago o el garante en documentos cambiarios o de crédito cuya negociación haya sido solicitada a la entidad. Pero es necesario que el cliente dé su consentimiento para que la entidad financiera pueda solicitar la información.
¿En qué se diferencia de los ficheros de morosos?
La CIRBE no es un registro de morosos, sino una base de datos que recogen todos los riesgos que tienen las entidades de créditos con sus clientes, incluyendo la situación de pago. Sin embargo, esta información se registra independientemente de si los titulares están al corriente de los pagos o no. Por otro lado, para acceder a los datos del CIRBE se requiere consentimiento de la persona, mientras que para consultar un registros de morosos, como RAI o ASNEF, no es necesario.
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