Con la crisis del coronavirus es cada vez más común que las empresas echen la persiana para no volver a levantarla. Sin embargo, algunos empresarios tienen la posibilidad de traspasar su negocio. ¿Pero cómo se hace un traspaso de negocio y en qué consiste este mecanismo?
¿Qué significa traspasar un negocio?
Abrir una empresa no es fácil. Si no queremos empezar desde cero, podemos adquirir una que ya estaba en funcionamiento. Para eso existen los traspasos de negocios, una fórmula habitual en las pymes, especialmente en los comercios minoristas.
¿Pero por qué querrían los dueños de un negocio traspasarlo a otros? Las razones son variadas. Por ejemplo, por jubilación, motivos de salud, disolución de la sociedad, circunstancias familiares o por pérdidas, algo que estamos viendo cada día a raíz de la crisis derivada del coronavirus.
Para poder traspasar un negocio es necesario que exista un contrato de arrendamiento. En otras palabras: si el titular era el propietario del local, no podremos hablar de un traspaso, sino de otra figura legal.
Cuando se traspasa un negocio se produce la cesión del contrato de arrendamiento, que incluye el local y otros activos. Son los siguientes:
- Activos comerciales intangibles, como la cartera de clientes o la marca registrada de la empresa.
- Activos comerciales tangibles, como la maquinaria de la empresa, las existencias del producto, los equipos o el mobiliario, entre otros bienes físicos.
- Los trabajadores, aunque el traspaso no tiene por qué incluir obligatoriamente la subrogación del personal.
¿Qué tipos de traspaso de negocios existen?
Hay varias tipos de traspaso de negocios. Los más habituales en España son los siguientes:
- Cesión de contratos de arrendamiento. El nuevo propietario del negocio sustituye al antiguo, asumiendo tanto los beneficios como las deudas. El propietario del local tiene el derecho de subir el alquiler en un 20%.
- Fallecimiento. Si el titular del contrato muere, sus hijos o herederos podrán hacerse cargo del negocio, manteniendo las mismas condiciones con el arrendador.
- Traspaso de negocios de renta antigua. Los contratos de renta antigua se regulan una vetusta ley de 1964. Si se produce un traspaso, el arrendador estará obligado a aceptar una ampliación del arrendamiento por un plazo mínimo de diez años más.
- Subarrendamiento del local. Si en el contrato de arrendamiento no existe ninguna cláusula en contra, el arrendatario podrá subarrendar el negocio a un tercero sin necesidad del consentimiento del arrendador. No obstante, podrá subir el precio del alquiler en un 20% si es total o en un 10% si es parcial.
Los cinco pasos para traspasar un negocio
Antes de firmar el contrato de traspaso, es necesario tener en cuenta ciertos aspectos. Los fundamentales son estos:
- Difusión del traspaso. Lo más habitual es que el inquilino del local muestre su interés de realizar el traspaso con carteles en el propio establecimiento, pero también en portales online especializados.
- Recogida de información. El interesado deberá reunir toda la información permitente sobre las características, evolución y estado del negocio para entregársela a los interesados, incluyendo facturas, contabilidad, licencias, equipo, inventario... El interesado deberá informarse bien acerca de las posibles cargas y del estado del material.
- Valoración de la gestión y negociación. En esta fase los interesados negocian el precio del traspaso y sus condiciones.
- Elaboración del contrato y tramitación de impuestos. Antes de redactar el contrato es recomendable contar con el asesoramiento de un abogado, que también nos podrá ayudar a gestionar los correspondientes impuestos, incluyendo el cambio de titularidad de la licencia de actividad.
- Traspaso de poderes. Una vez firmado el contrato, lo más normal es que el antiguo propietario y el nuevo trabajen al menos durante algunas semanas juntos para transmitir los conocimientos y la experiencia necesarios para la continuación del negocio.
