El Estado ofrece una serie de ayudas, prestaciones y subvenciones a las personas sin recursos o que se encuentran en una situación complicada. Una de ellas es la renta mínima de inserción, una ayuda económica diferente del ingreso mínimo vital. ¿Qué es la renta mínima de inserción y quién puede solicitarla?
¿Qué es la renta mínima de inserción o RMI?
La renta mínima de inserción o RMI, también conocido como salario social, es una ayuda autonómica de carácter asistencial o no contributiva que sirve para proteger los sectores más vulnerables de la población. Su finalidad es luchar contra la exclusión social asegurando unos ingresos económicos mínimos, además de proporcionar una ayuda solidaria para favorecer la inserción laboral y social.
Esta ayuda está gestionada por las comunidades autónomas, que establecen duraciones y cuantías diferentes. De hecho, también la denominan de diversas formas, como ingreso mínimo de solidaridad (Castilla-La Mancha), renta garantizada de ciudadanía (Cataluña y Castilla y León) o renta social básica (Cantabria).
La cuantía de la RMI varía en función de la comunidad autónoma, del número de miembros que compongan la familia y de sus recursos económicos. No obstante, no suele superar el 70% del salario mínimo.
¿Quiénes pueden pedir la RMI?
La renta mínima de inserción está destinada a familias formadas al menos durante seis meses que no tienen recursos económicos suficientes. Los requisitos para solicitarlas pueden variar de una región a otra, aunque, en general, se establecen estas condiciones:
- Residir de manera permanente en la comunidad autónoma donde se solicite y estar empadronado en alguno de sus municipios, habiendo vivido en la región al menos durante un año.
- Ser mayor de 25 años y menor de 65 en la fecha de la solicitud, con algunas excepciones.
- Constituir una unidad de convivencia con una antelación mínima de seis meses.
- Carecer de recursos económicos suficientes para hacer frente a las necesidades básicas de la vida.
- Haber solicitado previamente a los organismos correspondientes las pensiones y prestaciones a que la persona solicitante y los miembros de la unidad familiar pudieran tener derecho.
- Tener escolarizados a los menores que formen parte de la unidad de convivencia en edad de escolarización obligatoria.
- Haber suscrito el compromiso de formalizar el preceptivo programa individual de inserción y de participar activamente en las medidas que se contengan en el mismo.
¿Cómo se solicita la renta mínima de inserción?
Para pedir la RMI debemos presentar la documentación pertinente y la solicitud oficial. Las comunidades autónomas suelen tener un apartado en el portal del ciudadano en su página web para hacer los trámites a través de registro electrónico. Entre otros papeles, nos hará falta presentar la siguiente documentación:
- Copia del DNI o NIE.
- Original o copia compulsada del certificado de empadronamiento.
- Original o copia compulsada de la certificación de imputaciones fiscales de la AET.
- Certificados de pensiones o prestaciones sociales.
- Copia del libro de familia.
- Justificantes de ingresos de todos los miembros que componen la unidad de convivencia.
- Certificación del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) relativo a la percepción de prestación o subsidio por desempleo o Renta Activa de Inserción (RAI).
- Documentación acreditativa de la cuantía actualizada de pensión compensatoria o de alimentos.
- Documentación acreditativa del patrimonio mobiliario o inmobiliario de todos los miembros de la unidad de convivencia y de los rendimientos efectivos que dicho patrimonio genere.
- En su caso, sentencia de separación o divorcio.
Diferencias entre ingreso mínimo vital y renta mínima de inserción
Como ya vimos, el ingreso mínimo vital o IMV es una ayuda económica que se ofrece a las personas y familias que sufren una situación de vulnerabilidad económica por carecer de recursos suficientes para cubrir sus necesidades básicas y garantizar oportunidades de inclusión social y laboral. Entonces, ¿en qué se diferencian el ingreso mínimo vital y la renta mínima de inserción?
En principio, ambas ayudas son compatibles e incluso complementarias. Es decir, se pueden cobrar las dos, aunque depende de lo que determine cada comunidad autónoma.
En cuanto a sus diferencias, la RMI se aplica a aquellos que residen permanentemente en una determinada comunidad autónoma y requiere el empadronamiento. Además, al estar gestionada a nivel autonómico, la cuantía y los plazos de la RMI varían en función de la región. El IMV está gestionado por el Gobierno y se aplica por igual en todo el territorio español.
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