Si en los últimos años ha caído en tus manos algún tipo de contrato financiero o estás negociando un producto con tu banco o entidad de crédito, seguramente las siglas SEPA se habrán cruzado en tu camino. SEPA viene de Single European Payments Area, es decir, la zona única de pagos en euros. ¿Pero qué es y para qué sirve la SEPA? ¿Qué países están adheridos?
¿Qué es la SEPA?
La SEPA es la zona única de pagos en euros (Single European Payments Area), un proyecto lanzado por la industria bancaria europea en 2008 a través del Consejo de Pagos Europeo (European Payments Council). Además, contó con la participación de la Comisión Europea, los gobiernos y los bancos centrales de varios países europeos.
La SEPA proporciona un sistema para que los ciudadanos, las empresas y otros operadores económicos de los países adheridos puedan realizar pagos en euros sin efectivo mediante transferencias y domiciliaciones bancarias a cualquiera de los los países de forma rápida, segura y eficiente. De esta forma, pueden hacer y recibir pagos en euros con igualdad de condiciones, derechos y obligaciones. Y esto, obviamente, con independencia de si se trata de operaciones nacionales o internacionales.
Los tres elementos de pago afectados por la implantación de la zona única de pagos en euros son las transferencias SEPA, los adeudos directos SEPA y las tarjetas de débito y crédito. Las transferencias SEPA sustituyen a las transferencias nacionales, y por eso fue necesaria la implantación de los códigos BIC e IBAN.
Por otro lado, los adeudos directos SEPA son las anteriores domiciliaciones de recibos españolas. Por último, desde la entrada en vigor de la zona única todas las tarjetas de crédito y débito deben incorporar un chip EMV, un mecanismo que nos obliga a introducir un PIN para confirmar la compra. Así las transacciones son más seguras y se evitan las falsificaciones de firmas.
¿Qué países forman parte de la SEPA?
La zona SEPA está integrada actualmente por 36 países: los 27 países miembros de la Unión Europea junto con Andorra, Mónaco, Reino Unido, Ciudad del Vaticano, Liechtenstein, Islandia, San Marino, Suiza y Noruega. Algunos de estos países no forman parte de la zona del euro ni de la Unión Europea.
¿Y para qué sirve?
La principal ventaja de la SEPA es establecer un conjunto de normas, mecanismos y estándares comunes para las transferencias bancarias, pagos con tarjeta y domiciliaciones dentro del territorio de la zona única de pagos en euros. De esta forma, las operaciones bancarias internacionales son tan fáciles de realizar como las nacionales. Asimismo, este sistema cuenta con otras ventajas:
- Mayor seguridad y velocidad en los pagos y transferencias bancarias.
- Posibilidad de operar en euros dentro de la zona con una única cuenta bancaria.
- Eliminación de barreras e impedimentos en pagos internacionales entre los países adheridos.
- Procesos de ejecución de pagos más eficientes que facilitan innovaciones en el campo de los medios de pago.