Imagina que te hacen un regalo magnífico, maravilloso y carísimo. Sin embargo, cuando estás a punto de estrenarlo, Hacienda te dice que es una donación y que tienes que pagar impuestos. Tal vez ya no te parezca un regalo tan fantástico. ¿Pero en qué casos hay que pagar impuestos por los regalos y cuándo se consideran una donación?
¿Qué son las donaciones?
Las donaciones, según el Código Civil, son uno de los modos de adquirir la propiedad. Están reguladas en los artículos 618 a 656 y conviene no confundirlas con los donativos.
Una donación es una entrega de bienes y servicios a una persona de forma gratuita y voluntaria, sin esperar una contraprestación a cambio. Por otro lado, un donativo es la entrega de un bien (económico o no) a una entidad sin recibir nada a cambio y permite desgravar en IRPF. Por último, los regalos implican la entrega de algo (material o inmaterial) sin recibir nada a cambio en muestra de afecto, consideración u otro motivo.
El Código Civil define la donación como "un acto de liberalidad por el cual una persona dispone gratuitamente de una cosa en favor de otra, que la acepta". Asimismo, "es también donación la que se hace a una persona por sus méritos o por los servicios prestados al donante siempre que no constituyan deudas exigibles, o aquella en que se impone al donatario un gravamen inferior al valor de lo donado".
Por lo tanto, entran dentro de esta categoría el coche que los padres regalan a un hijo, el dinero que le dan para comprar una casa e incluso los regalos de boda. Además, Hacienda también entiende que vender algo por debajo de su valor real de mercado es una donación (como los padres que venden a sus hijos una casa por 5.000 euros).
¿Y qué pasa con las deudas?
Para la Agencia Tributaria, perdonar deudas a otra persona también es una donación. De esta forma, se evita que los préstamos entre particulares esquiven el pago del impuesto sobre sucesiones y donaciones (ISD). La diferencia está en que por un préstamo no hay que pagar dinero, mientras que por las donaciones sí.
Entonces, ¿cuándo hay que pagar impuestos por los regalos o donaciones?
Aunque muchas veces nos hagamos los locos y miremos a otra parte, no existe un mínimo para pagar impuestos por las donaciones. Al contrario de lo que solemos creer, hay que pagar impuestos por cualquier entrega, regalo o donación, por pequeña que sea.
La creencia popular indica que no hay que pagar por las donaciones inferiores a 3.000 euros, pero esto no es verdad. Esta cifra es importante porque, a partir de esta cantidad, los bancos informan a Hacienda de las entregas y retiradas en efectivo, y también por los traspasos de más de 10.000 euros. Pero es indiferente la cantidad que recibamos como regalo o donación, tendremos que pagar impuestos igualmente.
¿Pero cómo diferencio entre donación y regalo?
Para las personas normales la diferencia entre donación y regalo puede estar muy clara. Sin embargo, Hacienda se guía por otra lógica y despeja cualquier tipo de duda considerando que son exactamente lo mismo a efectos fiscales.
Vale, ¿entonces cuánto tengo que pagar en impuestos por los regalos?
La cuantía de los impuestos por los regalos depende de cada región, ya que el ISD está cedido a las comunidades autónomas. De esta forma, cada territorio establecerá sus tarifas y bonificaciones.
No obstante, para calcular el importe del impuesto habrá que tener en cuenta el grado de parentesco entre las partes (cuanto más cercanas sean, menos pagarán) y el patrimonio del receptor. Además, al tratarse de un impuesto progresivo, cuanto más valor tenga la donación, más habrá que pagar.
El problema de las donaciones es que pagar impuestos por recibir un regalo viene a ser un disparate. Asimismo, se trata de un dinero de los particulares que ya está sujeto a IRPF. Y si este dinero se cede de unos padres a un hijo para que pueda comprar una casa porque no le llegan los ahorros, la obligación de pagar impuestos por esta ayuda supone una traba en forma de menoscabo.
Conclusión: en teoría, hay que pagar impuestos por todos los regalos.