Las criptomonedas, con el Bitcoin a la cabeza, están revolucionado el mundo de las inversiones. Estas monedas virtuales o medio de intercambio electrónico parecen haberse ganado un puesto en el futuro de los mercados financieros, y por eso muchos grandes inversores están apostando por ellas. Reino Unido ha ido un paso más allá y se está preparando para lanzar la primera criptomoneda estatal: el Britcoin.
¿Qué es el Britcoin?
El Gobierno británico de Boris Johnson sigue marcando distancias con la Unión Europea. Su última ocurrencia ha sido encargar al Banco de Inglaterra el desarrollo de un plan para lanzar la libra digital, conocida popularmente como Britcoin. Esta criptomoneda sería la primera criptodivisa estatal y se posicionaría como el competidor directo del futuro yuan virtual en la carrera por el dominio internacional de las divisas digitales.
No son las únicas iniciativas del estilo. De hecho, varios bancos centrales están trazando sus planes para competir con las iniciativas privadas (como Bitcoin o Ethereum). Estas divisas serían utilizadas como monedas digitales con la garantía de las instituciones financieras estatales. Al mismo tiempo, también buscan lograr la supremacía en la carrera de la divisa internacional, una despiadada batalla en la que tradicionalmente han imperado el dólar americano, la libra esterlina, el euro y el yuan chino.
Pero el plan tampoco es nuevo para el Banco de Inglaterra, que ya lleva años intentando lanzar su propia criptodivisa. En sus orígenes se llamó RSCoin, pero ha sido rebautizada en el mercado con el nombre de Britcoin, un juego de palabras entre British (británico) y Bitcoin.
¿Qué implica el lanzamiento del Britcoin?
El Britcoin forma parte de la estrategia de Boris Johnson de alejarse de las políticas de la Unión Europea. Desde que se produjo el polémico Brexit el pasado 1 de enero, la mayoría de las políticas del primer ministro se han encaminado a manifestar las ventajas de la salida del Reino Unido de la UE. Ante este panorama, el Britcoin es un paso más en la reafirmación de la política monetaria independiente del Reino Unido.
La posibilidad de crear esta moneda digital va a ser estudiada por un comité del Banco de Inglaterra. El Britcoin sería equivalente a la libra esterlina, aunque no sustitutiva, sino complementaria con el dinero en efectivo. El proceso incluirá un periodo de consulta pública. Este análisis determinará los riesgos y los beneficios de la introducción de esta divisa digital de banco central o CBDC (Central Bank Digital Currency).
Según el Banco de Inglaterra, el Britcoin sería una nueva forma de dinero digital emitido por la institución "para ser usado por los hogares y los negocios". No obstante, todavía no hay una decisión en firme acerca de su lanzamiento, aunque el comité analizará su posible diseño y condiciones de uso.
De esta forma, el Banco de Inglaterra se adelantaría a la UE en esta peculiar carrera. Por su parte, el Banco Central Europeo (BCE) lleva un tiempo estudiando esta posibilidad, pero de momento no ha tomado ninguna decisión concreta. En este sentido, la presidenta del BCE, Christine Lagarde, ha anunciado hace poco que podría ser una posibilidad en los próximos cuatro años, pero no ha habido más movimientos.
¿Por qué los bancos centrales estudian emitir CBDC?
Varios bancos centrales están investigando la posibilidad de emitir dinero digital. Con esta maniobra se podrían facilitar las transacciones financieras en plataformas tecnológicas. Sin embargo, de momento solo el yuan digital chino está en fase de pruebas.
El Banco Popular de China (equivalente al BCE o al Banco de Inglaterra) pretende que esta criptodivisa estatal esté operativa en 2022. Es más, a largo plazo, el Gobierno chino pretende que su moneda digital sustituya a su moneda física en todo el país. En el plano internacional, quiere que el yuan digital sera la divisa de referencia.
La diferencia entre las criptomonedas de iniciativas privadas, como Bitcoin o Ethereum, y las CBDC es la seguridad que aportan las divisas estatales, como ocurre con la deuda soberana. Y es que las monedas digitales oficiales contarían con el respaldo de sus respectivos bancos centrales. Por su parte, las criptomonedas privadas se sustentan por la confianza de los usuarios. Y, como todo en el peculiar mundo de las inversiones, esto supone un riesgo, tal y como vimos el viernes pasado con la caída del Bitcoin de casi un 10%.