A medida que nos hacemos mayores, todos pensamos en nuestra jubilación. Especialmente ahora, que la incierta situación económica pone en peligro el sistema de pensiones. Los planes de previsión asegurados (PPA) son una alternativa a los clásicos planes de pensiones que nos debemos plantear a la hora de planificar nuestra jubilación.
¿Qué son los planes de previsión asegurados?
Los planes de previsión asegurados o PPA son seguros de ahorro a largo plazo que nos permiten acumular dinero para complementar la pensión pública cuando llegue el momento de la jubilación. Se trata de productos de previsiones privados cuyos fondos se pueden rescatar en las mismas situaciones que los planes de pensiones:
- Jubilación.
- Fallecimiento.
- Dependencia severa.
- Enfermedad grave.
- Incapacidad laboral.
- Desempleo de larga duración.
Además, al igual que en los planes de pensiones, desde 2015 también se pueden rescatar las aportaciones con una antigüedad mínima de diez años (es decir, que los primeros rescates podrán ejecutarse en 2025).
¿Pero cómo funcionan las aportaciones? En las aportaciones a los PPA se aplican los mismos límites que en las aportaciones a los planes de pensiones. Como regla general, la aportación individual máxima anual es de 2.000 euros.
Los beneficios derivados de los PPA se consideran rentas del trabajo (al igual que los de los planes de pensiones). Por lo tanto, forman parte de la base imponible.
¿En qué se diferencian los planes de previsión asegurados de los planes de pensiones?
Los PPA son similares a los planes de pensiones. La principal diferencia es que estos últimos funcionan a través de fondos de pensiones, mientras que los PPA se integran en una póliza de seguros.
Por lo tanto, en los PPA existe un tomador (el titular que deposita los fondos), el asegurado (que es el mismo que el tomador) y el beneficiario (el tomador u otras personas en caso de fallecimiento). Por el contrario, en los planes de pensiones hay un promotor, un partícipe y el beneficiario.
Asimismo, los planes de pensiones pueden tener rentabilidad garantizada o no. En los PPA siempre se garantiza la rentabilidad a través de técnicas actuariales.
Por otro lado, en los planes de pensiones se derivan derechos consolidados de las aportaciones del partícipe. En los PPA se derivan derechos acumulados, que no son embargables hasta que se transformen en prestaciones o beneficios. Los derechos consolidados sí se pueden embargar.
¿PPA o planes de pensiones?
Entonces, ¿son mejores los planes de previsión asegurados o los planes de pensiones? Pues depende de nuestro perfil inversor, del riesgo que queramos asumir y de nuestras necesidades.
Ambos son productos de ahorro conservadores, pero los planes de pensiones arriesgan un poco más. No obstante, esto también significa que los planes de pensiones nos dan más posibilidades de conseguir más y mayores rendimientos.