Todos hemos soñado alguna vez con ser jefes. ¿Pero qué se necesita para ser un buen jefe? Reflexionamos sobre esta pregunta en el Día Internacional del jefe.
9 características de un buen jefe
El 16 de octubre de cada año celebramos el Día Internacional del Jefe. El origen de esta jornada se sitúa en los años 50, cuando una secretaria se olvidó del cumpleaños de su jefe. El asunto no sería especialmente grave si no fuera porque su jefe también era su padre. Para compensar el descuido, al día siguiente puso rumbo a la Cámara de Comercio de los Estados Unidos para registrar el Día Internacional del Jefe, que se celebra desde 1958.
Seguramente a estas alturas te estés preguntando por qué los jefes tienen su propio día internacional. El propósito de esta jornada, más que rendir homenaje a nuestros superiores, se centra en incentivar las cualidades positivas de un buen jefe y recordarles que aquellos a su cargo son personas con sentimientos. ¿Pero cuáles son las características principales de un buen jefe?
1. Motivación
Un buen jefe motiva a su equipo, fortaleciendo la autoestima de los trabajadores y desarrollando su autoconfianza. Por supuesto, también tiene que reconocer, fomentar y recompensar el potencial del talento, así como ser influyente, honesto y respetuoso.
2. Guía
Los jefes deben comportarse como guías, entrenadores u orientadores para sus trabajadores. Al mismo tiempo, los empleados deben saber que pueden recurrir a sus jefes para solucionar cualquier problema, informar o presentar ideas.
3. Escucha activa
Un buen jefe sabe reunir a un equipo capaz y cualificado para que le ayude en aquellos aspectos en los que no es experto. Porque ser jefe no implica saber de todo, siendo necesario escuchar a los miembros del equipo para poder avanzar.
4. Comunicación
Parte del trabajo de un jefe consiste en trasmitir la estrategia de la empresa a nivel interno y externo. Por lo tanto, debe ser claro, conciso y transparente y estar dispuesto a escuchar las sugerencias y las preocupaciones de sus subordinados.
5. Ejemplo
Los jefes deben ser modelos a seguir. Es decir, que tienen que dar ejemplo, no perder los nervios y ser responsables. Además, esto también implica la autorreflexión, de forma que sean conscientes de sus virtudes y sus debilidades.
6. Delegación de responsabilidad y confianza
Los jefes deben demostrar su confianza en su equipo delegando tareas y responsabilidades a sus empleados. Para ello, debe conocer a sus trabajadores y las mejores cualidades de cada uno para explotarlas apropiadamente.
7. Metas
También tienen que definir unos objetivos claros y realistas a través de la implementación de una estrategia eficaz. Asimismo, así se premia la productividad por encima de la presencialidad, un elemento clave en el teletrabajo.
8. Errores
Nadie es perfecto y todos cometemos errores en nuestro trabajo. Un buen líder debe contar con capacidad de reacción para afrontar el problema y buscar soluciones. O, en todo caso, ayudar a los empleados a encontrar un remedio sin culpabilizar en exceso.
9. Empatía
Tu jefe no es tu amigo. Sin embargo, los superiores deben buscar un equilibrio entre la autoridad, la cercanía y la compresión.