La factura de la luz disparada, la subida del precio del combustible, el incremento del coste de la cesta de la compra, la escasez de materias primas, la crisis de los microchips... Vivimos en una época difícil para el ahorro. Para todo tipo de ahorro, ya que la hucha de las pensiones también está en niveles críticos. Para intentar tapar este agujero, el Gobierno ha propuesto una subida temporal de las cotizaciones y así garantizar las pensiones de la generación del baby boom. ¿Cómo afectaría esta medida a los trabajadores?
¿Qué implica subir las cotizaciones para pagar las pensiones?
El Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones ha propuesto a los agentes sociales un incremento temporal de las cotizaciones para llenar la llamada hucha de las pensiones (oficialmente, el Fondo de Reserva de la Seguridad Social). Esta subida sería de medio punto durante un plazo inicial de diez años (de 2023 a 2032) con el fin de garantizar las pensiones a los baby boomers, los nacidos desde finales de los años 50 hasta mediados de los años 70.
Esta "hucha" se creó en 1997 para asegurar el pago de las pensiones en momentos de déficit de la Seguridad Social. En 2011 llegó a tener unos 67.000 millones, pero ahora apenas alcanza los 2.200 millones.
El problema no es solo la dilapidación del fondo, sino que esa época hubo años en los que se registraron unos 600.000 nacimientos (frente a los 360.000 de 2019 o los 338.000 de 2020). Esto significa básicamente que no hay dinero para pagar las pensiones de los trabajadores de esta generación.
La propuesta del Gobierno implica subir el tipo de cotización del 28,30% al 28,80%. Actualmente, la empresa aporta un 23,60%, mientras que el empleado pone un 4,70%. Esta subida se soportaría entre la empresa y el trabajador y supondría abonar unos diez euros extra al mes por empleado con un salario medio (aunque para un mileurista esta cifra se reduciría a cinco euros).
¿Y qué pasa si estas aportaciones extra no fueran necesarias?
El Gobierno aún mantiene la esperanza de poder seguir pagando las pensiones sin necesidad de recurrir a esta medida. Si se alcanzara este objetivo y las aportaciones no fueran necesarias, presenta dos opciones: devolver el dinero mediante bajadas de cotizaciones o mejorar las prestaciones.
¿Se ha aprobado ya esta medida?
No, de momento es solo una propuesta que el Gobierno ha presentado a los agentes sociales, que se muestran divididos. Por un lado, la CEOE no ve con buenos ojos que haya subidas de cotizaciones. Por otro lado, los sindicatos creen que la medida es insuficiente y no creen que se vaya a poder obtener de esta subida un ingreso anual de 1.000 millones de euros, tal y como espera el Gobierno.
¿Qué ha pasado con el dinero de la hucha de las pensiones?
Los ahorros de la hucha de las pensiones no han parado de disminuir en los últimos años. En 2012, el Gobierno (con Mariano Rajoy al frente) suspendió la cantidad límite que se podía sacar y autorizó la facultad de disponer de ese dinero a golpe de decreto. Aquel fue el principio del problema, ya que el dinero se ha ido gastando en las pagas extra de las pensiones y en las pagas de los funcionarios.
El futuro de las pensiones está el en aire. Y todo mientras el Gobierno planea seguir poniendo dificultades a los planes de pensiones privados.