Haz un viaje hasta la pasada Nochevieja por un momento. Si hace seis meses nos hubieran dicho que en marzo limpiaríamos la compra con lejía, que en abril desinfectaríamos la suela de los zapatos al entrar en casa y que en mayo todos iríamos con mascarilla por la calle, seguramente nos hubiéramos reído. Hace tan solo algunas semanas la historia colectiva a la COVID-19 se podía ver en todas partes. Sin embargo, con la nueva normalidad parece que nos estamos relajando. Es un craso error. Ahora más que nunca es importante tomar las medidas de prevención necesarias para evitar contagiarse de coronavirus y atajar la pandemia.
Con esta intención, COVID-19 Recovery Consulting y la red integral de salud Nebraska Medicine, entre otros médicos y científicos, han reunido las actividades más comunes y las han clasificado por el tipo de riesgo que implican. Veamos las actividades que suponen más peligro de contagiarse de coronavirus, de menos a más.
¿Dónde corremos más riesgo de contagiarnos de coronavirus?
Todos tenemos miedo de infectarnos de COVID-19, y por eso todos debemos extremar las precauciones más que nunca. Protegernos a nosotros mismos es proteger a los demás.
Siempre, siempre, siempre tenemos que llevar mascarilla cuando estemos cerca de otras personas (y después tirarla en el contenedor gris, y no en el amarillo). Además, hemos de tener en cuenta que los niveles de riesgo de infección por exposición al virus dependen de cuatro factores principales:
- Si estamos en un espacio cerrado poco o mal ventilado.
- Duración de la interacción social.
- Multitudes y aglomeraciones que dificultan mantener la distancia de seguridad.
- Si una persona exhala fuertemente. Estas exhalaciones incluyen estornudos, toses, gritar o cantar (las actividades que pueden expulsar gotitas respiratorias o gotas Flugge).
Entonces, ¿qué actividades son más peligrosas para contagiarse de coronavirus? Sigue leyendo.
Riesgo bajo
- Quedarse en casa, ya sea solos o con las personas con las que convivamos normalmente.
- Salir a pasear y sacar a pasear a nuestras mascotas.
- Recoger comida para llevar o productos de las tiendas y establecimientos, siempre que no haya aglomeraciones.
- Salir a correr o montar en bicicleta.
- Hacer ejercicio en casa.
- Comer en el porche de nuestra casa o hacer un picnic en el campo, siempre que guardemos la distancia de seguridad con las personas con las que no convivamos.
- Hacer videollamadas.
- El teletrabajo.
Riesgo medio-bajo
- Hacer deporte en el exterior sin contacto físico y respetando la distancia social.
- Hacer la compra evitando toquetearlo todo y las multitudes de gente.
- Ir a tiendas evitando aglomeraciones.
- Ir de acampada.
- Echar gasolina.
- Ir a un hotel u otros alojamientos.
Riesgo medio
- Acudir al servicio de urgencias de un hospital.
- Ir a una cita con el médico.
- Ir a una cita con el dentista (especialmente porque el paciente no puede llevar mascarilla).
- Coger un taxi o utilizar un servicio de viajes compartidos, aunque depende de la frecuenta de la limpieza del habitáculo, la duración del viaje y del número de pasajeros.
- Visitar un museo.
- Ir a las rebajas.
- Hacer una barbacoa en casa con los amigos.
- Usar aseos públicos.
- Comer en la terraza de un restaurante o tomar algo en la terraza de un bar, especialmente si hay alguien fumando cerca (de nuevo, este riesgo deriva principalmente de no llevar mascarillas).
Resumiendo en 3 palabras: mascarillas, mascarillas, mascarillas.
— Principia Marsupia (@pmarsupia) July 5, 2020
Riesgo medio-alto
- Ir a peluquerías, barberías, centros de estética o locales de manicura.
- Comer dentro de un restaurante o tomar algo en el interior de un bar.
- Trabajar en una oficina.
- Ir colegios y a otros centros educativos.
- Ir a una piscina pública.
- Hacer ejercicio en un gimnasio.
Riesgo alto
- Fiestas en locales cerrados.
- Ir a bares y discotecas.
- Ir a conciertos.
- Practicar deportes de contacto, incluyendo el fútbol, el baloncesto o las artes marciales.
- Viajar en transporte público, ya sea metro, tren o autobús.
- Viajes en avión.
- Acudir como público a eventos deportivos.
- Ir al cine o al teatro.
- Visitar parques de atracciones.
- Comer en restaurantes tipo bufé.
- Servicios religiosos.
- Reuniones familiares.
Como apunte extra y para evitar histerias innecesarias: no, las picaduras de mosquito no trasmiten el coronavirus. No podemos vivir siempre con miedo, pero tampoco podemos olvidarnos tan rápido de las últimas semanas. El coronavirus no se ha ido, sigue aquí. Un solo descuido puede hacer que el esfuerzo que hemos hecho los últimos meses se vayan al traste y que volvamos al confinamiento. Reapertura sí, pero con cabeza, inteligencia y seguridad.