Dejémoslo claro desde el principio: sí, el humo del tabaco y fumar en espacios sociales puede ser un factor de transmisión del coronavirus. Pero veamos qué dicen los expertos antes de llevarnos las manos a la cabeza y empezar a repartir carnés de intolerancia a aquellos que reclaman más espacios libres de humo (y de virus, a ser posible).
El tabaco: Un aliado (in)esperado del coronavirus
Los riesgos asociados al acto de fumar y vapear van más allá de la salud. La manipulación de la mascarilla y el contacto de los dedos con la boca tras tocar los cigarritos podrían actuar como transmisores de la COVID-19.
Pero lo más preocupante es que con el humo se pueden expulsar gotitas respiratorias (las llamadas gotas Flügge) que pueden contener carga viral y ser muy contagiosas. Recordemos que, según los científicos, estas gotículas son una de las vías de transmisión más comunes y peligrosas.
A este respecto se pronunció ayer la Comisión de Salud Pública del Consejo Interterritorial de Salud, coordinada por el Ministerio de Sanidad y en la que participan representantes de todas las comunidades autónomas. En la reunión se ha aprobado por consenso el "Posicionamiento en relación al consumo de tabaco y relacionados durante la pandemia por la Covid-19".
En este documento Sanidad recomienda no fumar en las terrazas de los bares y en otros espacios sociales para evitar el contagio de coronavirus. De esta forma, recomienda a la población limitar más el consumo de tabaco debido a la pandemia.
En concreto, indica que "debe evitarse su consumo en ambientes comunitarios y sociales". Asimismo, especifica que, en caso de desoír esta recomendación, se debe fumar "en espacios separados abiertos, extremándose las medidas de higiene personal de quien consume, con lavado de manos previo y posterior a la manipulación de los productos y utensilios empleados".
¿Pero entonces el humo del tabaco puede transmitir el virus?
Sí, existe cierto riesgo. Como ya hemos señalado, fumar y vapear conlleva la expulsión de gotitas respiratorias y estas "pueden contener carga viral y ser altamente contagiosas" junto con "el factor de relajación de la distancia social de seguridad".
Por eso se recomienda encarecidamente no fumar en las terrazas de los bares y otros espacios comunitarios, además de seguir las medidas especiales de higiene en relación al consumo de productos del tabaco y relacionados. Pero, claro, también es obligatorio el uso de mascarillas y luego cada uno hace lo que quiere.
Así que ya sabes: si fumas, mejor en casa. Y solo.
¿Y qué pasa con las pipas de agua?
El posicionamiento menciona también las pipas de agua, cuya utilización compartida ya se había prohibido durante las fases 1, 2 y 3 de la desescalada en la transición hacia la nueva normalidad. Sanidad señala que esto "resulta también indicado en la actualidad", teniendo en cuenta las normas de higiene establecidas. De hecho, algunas comunidades autónomas ya están desarrollando su propia normativa complementaria a este respecto.
Fumar y vapear: Nuevos factores de riesgo para la salud
Está demostrado que el consumo de tabaco empeora el curso de las enfermedades respiratorias. Por lo tanto, fumar es un factor de riesgo para enfermedades cardiovasculares, oncológicas, así como para la diabetes, entre otras patologías, incluido el nuevo coronavirus.
¿Pero qué relación hay entre el tabaco y la progresión de la COVID-19? Según el mencionado posicionamiento, "la evidencia actual nos indica que fumar se asocia con su progresión negativa y con resultados adversos». Además, la OMS advierte de que "hay una creciente evidencia de que el consumo de cigarrillos electrónicos produce efectos secundarios en los pulmones, corazón y vasos sanguíneos, y ello podría aumentar el riesgo de complicaciones severas por la COVID-19".