Del 19 al 27 de noviembre de 2022 se celebra la Semana Europea para la Reducción de Residuos. Esta iniciativa pretende promover una cultura más ecológica en cuanto a la reutilización de los productos a los que aún les queda vida útil. Pero reducir residuos no solo ayuda al medioambiente, sino que también sirve para ahorrar dinero.
Ahorrar dinero y reducir recursos: Por qué ser más ecológico también afecta a tu bolsillo
La cantidad de basura que puede generar una única persona a lo largo del día es abrumadora. Sin embargo, podemos reducir residuos y al mismo tiempo ahorrar algo de dinero con un poco de esfuerzo y pensamiento consciente. A continuación, recogemos los mejores consejos para reducir residuos en casa.
1. Menos ropa, pero de mejor calidad
Este año, la Semana Europea para la Reducción de Residuos se centra en el sector textil, uno de los más contaminantes junto con la vivienda, el transporte y la alimentación. En los últimos años han proliferado las tiendas de ropa barata. Hay todo un entramado obsceno detrás de esta industria, pero no vamos a ir por esos derroteros.
Si bien es cierto que este tipo de ropa es muy útil en ciertas etapas de nuestra vida (por ejemplo, cuando tenemos hijos en pleno crecimiento), es recomendable optar por ropa de mejor calidad. Si en lugar de tener cinco camisetas malas tenemos tres de mejor calidad, nos durarán más y ayudaremos a reducir el derroche de recursos naturales.
Además, podemos aprovechar fechas especiales para llenar nuestro armario por menos dinero, como las rebajas o el esperado Black Friday. Y, si no nos alcanza el presupuesto, podremos optar por pedir un crédito inmediato para no perdernos los descuentos.
2. Evita las bolsas de plástico
Tenemos un grave problema con el plástico, un material que está destruyendo silenciosamente los ecosistemas. Si vamos a las tiendas con nuestras propias bolsas o empezamos a comprar a granel con nuestros propios recipientes, estaremos ayudando tanto al medioambiente como a nuestro bolsillo.
3. Cambia los objetos de usar y tirar por alternativas reutilizables
El papel de cocina, los discos de algodón, las pajitas, las botellas de plástico... Todas estas cosas (y muchos otras de usar y tirar) son fácilmente sustituibles por alternativas más ecológicas. Es más, en el caso de las pajitas y las botellas de plástico es mucho más sano optar por productos fabricados con acero inoxidable o vidrio.
4. Aficiónate al jabón DIY
¿Sabías que hacer jabón en casa con el aceite usado es muy fácil? Solo hay que colar el aceite y mezclarlo con agua y sosa cáustica. Además, podemos añadir la fragancia que queramos. El jabón resultante sirve para lavar la vajilla, el suelo y la ropa. Esta es una de las mejores maneras de reutilizar el aceite y encima es un excelente producto de limpieza con resultados impecables.
5. Compra en tiendas de segunda mano
A todos nos encanta estrenar cosas. Sin embargo, las tiendas y portales de venta de segunda mano nos dan la oportunidad de conseguir productos en buen estado a un precio inferior. No solo se trata de ahorrar dinero, sino que, al evitar comprar algo nuevo, se fomenta la circularidad y se reduce la contaminación de la fabricación.
6. Reutiliza materiales para hacer juguetes sensoriales
¿Tienes un montón de cachivaches por casa? Antes de tirarlos, piensa si puedes reutilizarlos (recuerda el truco de las tres R: reducir, reutilizar y reciclar) para hacer un panel sensorial para tu hijo. Este tipo de juguetes ayuda a estimular la curiosidad de los peques y puede salirte prácticamente gratis si lo haces en casa.
7. Alarga la vida útil de tus productos
Muchas veces, cambiamos de coche, de móvil, de televisor o de cualquier cosa aunque el modelo anterior siga funcionando. Es importante hacer un ejercicio de pensamiento consciente y evitar caer en la tentación de la publicidad y las estrategias de los lobbies. Por ejemplo, aunque un coche eléctrico sea infinitamente menos contaminante que uno de combustión, si nos desprendemos de un coche prácticamente nuevo para comprar un eléctrico, la producción de este último es tan contaminante que difícilmente merecerá la pena el cambio.
Si te preguntas por qué no eres capaz de ahorrar dinero, seguramente sea porque te dejas influir demasiado por las marcas. Pensar y no dejarse llevar sin más son el principio para luchar contra las compras que realmente no necesitamos.