¡Arrr, marineros! ¡Al abordaje! Mañana es el Día Internacional de Hablar como un Pirata (DIDHCUP), y en AZLO queremos celebrarlo repasando las claves de Piratas del Caribe: La maldición de la Perla Negra, una película que revolucionó el género de aventuras y revivió el olvidado género de los piratas.
Arrasa con lo que veas y generoso no seas
Piratas del Caribe: La maldición de la Perla Negra llegó en 2003, cuando el género de las películas de piratas estaba casi olvidado y enterrado. Y aunque ningún pirata podrá ensombrecer jamás al temible pirata Roberts de La princesa prometida, Jack Sparrow, Héctor Barbossa y sus secuaces se hicieron un hueco en el corazoncito de todos los espectadores.
Con sus formas descaradas e irreverentes, Gore Verbinski nos presentaba una película muy original de un género desgastadísimo. Y consiguió encandilar a casi todos aquellos que la vieron. Y es que el resultado de mezclar la atracción de los parques temáticos de Disney con las peripecias del aspirante a pirata Guybrush Threepwood (el protagonista de la fantástica serie de videojuegos Monkey Island) era, simplemente, divertidísimo. Ojo si os montáis ahora en la atracción de Disneyland París, porque hay una sorpresa añadida justo antes del final del recorrido.
Piratas del Caribe: La maldición de la Perla Negra, sin ser un peliculón, nos subía a bordo de barcos piratas, nos enseñaba a gritar "¡Parlamento!" y nos ofrecía unos giros de guion que, aunque no eran especialmente sorprendentes, resultaban espectaculares y efectivos. Además, también nos presentó a Jack Sparrow, un personaje que no necesita presentación. Johnny Depp se divierte a la vez que nos divierte a nosotros, mientras que Geoffrey Rush pone esa elegancia tan suya, e incluso nos hace ponernos del lado del malo. Orlando Bloom y Keira Knightley añaden el punto de guapura (y esquelético) al conjunto, aunque a la larga resultan bastante cansinos.
A esta película siguieron otras muchas (¿quién las cuenta ya?), a cuál peores. A Johnny Depp no se le cayeron los anillos al reconocer que seguiría interpretando al capitán Jack Sparrow mientras le siguieran llenando los bolsillos con cantidades obscenas de dinero. Aunque ese chollo ya se le acabó.
El Día Internacional de Hablar como un Pirata, una fiesta tan disparatada como divertida
Corría el año 1995 cuando dos señores de la ciudad estadounidense de Albany, John Baur (Ol' Chumbucket) y Mark Summers (Cap'n Slappy) decidieron que el 19 de septiembre de cada año sería el día en que todo el mundo debería hablar como un pirata. Según sus creadores, todo surgió a causa de una lesión deportiva que sufrió uno de ellos jugando al tenis, a la que reaccionó gritando "¡Aaarrr!". El partido fue en junio, pero, para no olvidarse de la fecha, decidieron cambiar el día y escogieron el cumpleaños de la exesposa de Summers.
Todo surgió como una broma entre amigos por la visión romántica de la edad de oro de la piratería. Pero, hoy en día, es un día festivo para los miembros de la Iglesia del Monstruo de Espagueti Volador (sí, eso existe). Ya en el año 2002 adquirió carácter internacional y en la actualidad miles de personas en más de 40 países lo celebran. De hecho, en Facebook podemos encontrar incluso una versión de su interfaz traducida al "idioma pirata".
¡Ahoy, camaradas! ¡A vuestra salud!