Estos días de confinamiento y aislamiento social muchos se han lanzado a hacer ejercicio en casa. El deporte no solo nos mantiene en forma y evita que nos oxidemos, sino que además previene enfermedades y nos ayuda a combatir la ansiedad liberando endorfinas. Sin duda, el ejercicio ha sido uno de los mejores métodos para lidiar con los efectos del coronavirus a nivel psicológico.
Y aunque fueron muchos los que empezaron a hacer ejercicio en casa con ganas, solo unos pocos continúan en su afán de moverse a diario. En las diferentes fases de la desescalada ya se permite la realización de diversas actividades, pero con muchas restricciones y medidas de seguridad. Y ahora que sabemos que los gimnasios todavía tardarán en abrir sus puertas, es necesario buscar métodos alternativos para mantenernos motivados con el ejercicio.
Sin embargo, no basta con tener ganas, también es importante la técnica y saber hacer los ejercicios adecuados para evitar lesiones. ¿No te gusta correr o salir en bicicleta? En AZLO hemos reunido algunos consejos para aprovechar al máximo tu entrenamiento en casa.
1. Empieza por lo básico
Cuando se decretó el estado de alarma y comenzó el confinamiento —allá por el lejano 14 de marzo—, muchos expertos nos aconsejaron que siguiéramos manteniendo la actividad física en la medida de lo posible. Pero si no podíamos salir a la calle con libertad ni ir a los gimnasios, ¿cómo podíamos seguir manteniendo nuestras rutinas deportivas? La respuesta es sencilla: no podíamos. Sin embargo, el ser humano tiene una extraordinaria capacidad de adaptación. Y el sendentarismo es uno de los peores problemas que podemos sufrir. Así que tocaba moverse dentro de las paredes de nuestra casa.
No obstante, si nunca hemos hecho ejercicio, conviene empezar por lo básico. Aunque creamos que podemos con más carga, es mejor empezar por ejercicios suaves y utilizar solo el peso de nuestro cuerpo para hacer entrenamiento de fuerza. Esta etapa es fantástica para aprender la técnica para hacer bien cada ejercicio. Ya sabes, antes de correr hay que aprender a andar correctamente.
2. El gimnasio en casa
"¡Pero es que no tengo espacio!". Seguro que más de uno ha puesto esa excusa. Sin embargo, podemos hacer una gran variedad de ejercicios en un espacio muy limitado. Flexiones, entrenamiento de core, sentadillas, skipping, abdominales, planchas, yoga, estiramientos y otros muchos entrenamientos se pueden hacer en cualquier parte.
Si queremos ir un poco más allá y entrenar con material, tampoco hay problema. ¿No tenemos mancuernas? Podemos hacernos unas pesas improvisadas con botellas de uno o dos litros (o menos, si estás empezando), utilizar sillas como si fueran bancos de musculación o el palo de una escoba para trabajar equilibrio y técnica. La imaginación es el límite.
3. Entrena con los mejores
Un montón de profesionales se han lanzado a las redes para ofrecer clases y consejos gratuitos de forma solidaria. Los primeros días del confinamiento Instagram estaba lleno de deportistas en directo ofreciéndonos sesiones prometedoras. Pero hay que tener cuidado con estas cosas y saber a quién recurrir. Los amateurs pueden tener muy buenas intenciones, pero los verdaderos profesionales del deporte son siempre la opción más recomendable. De hecho, algunos gimnasios (como Paidespor Center) están ofreciendo clases online abiertas para sus socios y el público general.
Y, si quieres ir un poco más allá, puedes contratar los servicios de un entrenador personal. Los centros de entrenamiento técnico ya están abiertos en esta fase de la desescalada, aunque con ciertas restricciones. Y también podemos hacer ejercicio en casa con ellos a través de videollamada.
4. No molestes a tus vecinos
Si vivimos en un piso y nos preocupa el ruido que podemos hacer al movernos, lo mejor es evitar los saltos y los movimientos bruscos y dedicarnos a hacer ejercicios de bajo impacto. Nuestras rodillas nos lo agradecerán, y también podemos realizar un entrenamiento intenso sin dar golpes. Pero si no podemos evitar algún salto que otro, una esterilla puede ayudarnos a amortiguar los golpes.
5. Crea una rutina
No vale con empezar una semana con muchas ganas y abandonar el ejercicio diez días después. Seguir un horario fijo y entrenar con más gente (aunque sea a través de videollamada) puede ayudarnos a manternos motivados. Asimismo, es recomendable entrenar cada día diferentes grupos musculares. Tren inferior, fuerza, HIIT, cardio, flexibilidad, abdominales... hay tantos ejercicios que podamos hacer que es difícil aburrirse. Y recuerda, ¡el deporte es vida!