La democratización de la vivienda vacacional a raíz de la crisis inmobiliaria de 2008 abrió la veda a rentabilizar casa o segunda vivienda a cualquier particular. Con la actual situación de pandemia, plataformas como Airbnb están redoblando sus esfuerzos en seguridad y limpieza para, conjuntamente con los propietarios, ofrecer las máximas garantías a los viajeros. Si dispones de una segunda vivienda y buscas rentabilizarla, te explicamos todo lo que debes saber para poner tu casa vacacional en alquiler para este verano 2020.
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¿Por qué me interesa un alquiler vacacional?
El alquiler vacacional, para considerarse como tal, no puede exceder una estancia de 31 días de duración. Además, en esta modalidad se alquila la vivienda totalmente amueblada y equipada, y el alojamiento se anuncia en plataformas de oferta turística. El gran atractivo del alquiler vacacional es sin duda la rentabilidad. Alquilar nuestra vivienda por días excede con mucho los beneficios de un alquiler mensual, diferencia que aún se acentúa más en destinos muy turísticos y si la zona es especialmente conveniente para los viajeros.
Por otro lado, una de las grandes ventajas del alquiler vacacional es que supone un pago asegurado, al contrario que los alquileres tradicionales que pueden sufrir retrasos e incluso impagos. La mayoría de las veces hay un intermediario que gestiona la transacción por el precio acordado, y cuando no, la práctica habitual suele ser el pago por adelantado del alquiler.
¿Qué requisitos hay que cumplir para poner un alquiler turístico?
Hoy en día existe una regulación bastante sólida del alquiler vacacional. En 2013 esta modalidad de arriendo fue excluido de la normativa de Arrendamientos Urbanos para delegarse a las comunidades, cada una con una regulación propia. Por ello, el primer paso antes de decidirte con el alquiler turístico es comprobar la regulación competente.
¿Cuánto beneficio puede sacarse de un alquiler vacacional?
Esta pregunta admite tantas respuestas como circunstancias pueden rodear tu vivienda, ya que variará mucho por factores como: la situación, la temporada, el nivel de ocupación, los impuestos, los intermediarios, el tipo de alojamiento… Por suerte, existen herramientas para hacer una estimación de ganancias con solo aportar algunos datos de tu vivienda y su localización.
¿Cuáles son las obligaciones para los propietarios?
Como en cualquier actividad, los propietarios tienen derechos y obligaciones a cumplir para tener su alojamiento vacacional en regla, además de la regulación de cada comunidad. Junto con la obligación de tener todos los permisos en orden, los compromisos básicos de todo propietario se resumen en:
- Registrar la propiedad como alojamiento turístico en el ayuntamiento
- Registrar a todos los viajeros que se hospeden
- Preparar la casa y equiparla para su uso y disfrute
- Respetar las normas de la comunidad de vecinos
- Proteger los datos de los huéspedes
- Declarar los ingresos del alquiler turístico
¿Qué impuestos hay que pagar sobre las ganancias del alquiler?
Al igual que el resto de los negocios, el alquiler vacacional está sujeto a obligaciones fiscales como rendimiento. Hacienda precisa sobre la vivienda de uso turístico que sus propietarios no profesionales han de incluir las ganancias de su alquiler en la declaración de la renta anual como rendimientos del capital inmobiliario. Del mismo modo, se le pueden deducir gastos como los suministros, internet y otros servicios.
Y como recomendación final, si estás planteándote disponer de tu vivienda como alquiler turístico, contrata un seguro. No es un requisito obligatorio pero sí recomendable para asegurar la casa ante cualquier desperfecto. Puede ser útil contratar también un seguro civil que cubra a los inquilinos si tienen algún accidente en la vivienda.