Los precios están absolutamente disparados y el mercado inmobiliario no se libra de este fenómeno alcista. Sin duda, no se trata del mejor escenario para comprar una casa. ¿Pero es ahora un buen momento para vender una vivienda o es mejor esperar?
¿Debería aprovechar la subida de precios para vender una vivienda?
Hace unos meses, cuando dejamos atrás lo más duro de la pandemia, empezamos a notar las consecuencias del parón en la cadena de producción. Algunas materias primas comenzaron a escasear y los precios se incrementaron. Aunque a inicios de febrero ya nos preguntábamos cuándo empezarían a bajar los precios, Putin cambió los planes del mundo entero un par de semanas después.
Los efectos de la pandemia del coronavirus, sumados a la subida del precio de la energía y a las consecuencias de la guerra entre Rusia y Ucrania, han desatado la tormenta perfecta en las economías de todo el mundo. Con una inflación por las nubes, las cuentas no cuadran... a excepción de las cuentas de aquellos que tienen una vivienda que desean vender.
A pesar de la crisis económica, el sector inmobiliario atraviesa un momento muy dulce. De hecho, el pasado mes de febrero las operaciones de compraventa se dispararon un 24% en tasa interanual, marcando la cifra más elevada desde abril de 2008. Algo muy loable, teniendo en cuenta que los precios de la vivienda han subido drásticamente y la tendencia alcista todavía tardará unos meses en moderarse como consecuencia de la inflación, la subida de los tipos de interés y la incertidumbre desatada por el conflicto bélico.
A todo esto, el Banco de España advierte de que es posible que vuelva a producirse una burbuja inmobiliaria. Por eso muchos se preguntan si ahora es un buen momento para vender una vivienda o es mejor esperar.
Pues bien, la respuesta corta es sí: ahora es un buen momento para vender una vivienda.
¿Por qué debería vender ahora?
La vuelta al terreno positivo del euríbor tiene una consecuencia directa en el sector inmobiliario: las hipotecas variables (y previsiblemente también las de tipo fijo) se van a encarecer. Esto podría impactar sobre la demanda de viviendas, que hasta ahora ha sido alta en relación con la oferta. Y el problema puede empeorar para los posibles compradores, porque muchos inversores están retirando el dinero de la bolsa para invertir en vivienda, que se caracteriza por ser un valor más seguro.
Recapitulando, ahora los precios siguen altos, la demanda marcha a buen ritmo y las consecuencias del euríbor apenas se han empezado a notar. Por lo tanto, este puede ser un buen momento para vender una vivienda. Especialmente si el vendedor tiene prisa en vender el inmueble.