Tras casi dos semanas del estadillo de la guerra entre Rusia y Ucrania, todo apunta a que va a tratarse de un conflicto sangriento, violento y prolongado. Sin perder de vista el drama humano que están sufriendo millones de personas, los economistas también advierten de que los efectos serán devastadores en todas las economías del mundo, incluida la española. ¿Cuáles serán las consecuencias de la guerra entre Rusia y Ucrania para la inflación y el PIB español?
La guerra entre Rusia y Ucrania elevará la inflación al 10% y bajará un 1,5% al PIB de España
Ahora que los sanitarios empezaban a ver la luz al final del largo túnel de la pandemia del coronavirus, los economistas pronosticaban tímidos crecimientos en la economía mundial. Pero Vladímir Putin tenía otros planes.
Son dos los principales problemas que afectarán al bolsillo de los españoles. Por un lado, está la subida de los precios, con unas tasas de IPC que rozarán el 10% en primavera, dejando la inflación en unas alarmantes cifras. Este dato es realmente preocupante, ya que España no registraba un IPC tan elevado desde abril de 1985, cuando marcó un 10,15% interanual. Es más, ya hay quien habla de un peligro de estanflación, es decir, la combinación de la inflación más el estancamiento de la economía.
Por otro lado, las expectativas de crecimiento del PIB para 2022 bajarán como mínimo un 1,5%. Esto significaría que la economía crecerá menos de un 5% el año que parecía que por fin se iba a asentar la recuperación económica tras la COVID-19.
Más problemas a corto plazo
Obviamente, esto va a tener otras consecuencias, como perjuicios para el sector exterior y la creación de empleo. Por lo tanto, cada vez se aleja más el crecimiento del 5,6% para 2022 previsto por la Comisión Europea. Y aún más el crecimiento del 7% pronosticado por el Gobierno y sobre el que se elaboraron los Presupuestos Generales del Estado. Por eso son múltiples los economistas que indican que es necesaria una revisión de esos presupuestos.
De hecho, se espera que los gobiernos europeos actúen juntos para intentar reducir el impacto de la subida de los precios en hogares y empresas. Un incremento de precios que va más allá de la factura de la luz, el gas o los combustibles, pues ya ha alcanzado a los alimentos y a algunos de los productos básicos de la cesta de la compra.
En cualquier caso, el panorama no parece demasiado alentador. Y será aún peor si el conflicto bélico se alarga en el tiempo.