El sistema de pensiones español es un juguete roto. Es evidente que urge buscar una solución más pronto que tarde, pero nadie parece dar con la tecla correcta. Por lo pronto, el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, ha pedido introducir un factor de sostenibilidad para modificar las pensiones.
Un factor de sostenibilidad: La propuesta de la CEOE para modificar las pensiones
La hucha de las pensiones está a punto de romperse. Este fondo ha sido diezmado en repetidas ocasiones por todos los partidos políticos que han gobernado en España desde su creación, allá por 1997.
El objetivo del llamado Fondo de Reserva de Seguridad Social era asegurar el pago de las pensiones en situaciones de déficit. Es decir, que es un mecanismo de emergencia. La cosa es que pasó de los casi 67.000 millones de euros de 2011 a los 2.138 millones de euros con los que cerró 2020. El problema es evidente, pero la solución no es sencilla.
Mientras los políticos barajan opciones que no convencen a nadie, el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, ha pedido introducir un factor de sostenibilidad que regule la subida de las pensiones según el IPC para evitar "llevar a la ruina" el sistema ante el elevado aumento de la inflación. Y es que las pensiones (tanto las contributivas como las no contributivas) están vinculadas con el IPC... que ahora está por las nubes.
Por lo tanto, Garamendi propone que el Gobierno se comprometa a establecer un "pacto de sostenibilidad" y advierte de que la indexación por ley de las pensiones al IPC medio anual puede elevarse hasta 15.000 millones de euros que se sumarían al déficit del Estado. En este sentido, también ha indicado que hay que tener en cuenta que en julio se acaban los estímulos y las compras de deuda por parte de Europa.
Pero el factor de sostenibilidad de Garamendi no consiste simplemente en subir las cuotas, sino en algo más serio. Además, en su opinión, indexar los salarios a la inflación provocaría más cierres de empresas y un aumento del paro, porque no todas las empresas tienen la capacidad de repercutir las subidas en las ventas. En resumen, para la CEOE, la indexación o revalorización no es realista en el contexto actual, especialmente por el mal momento que atraviesan las pymes.