Estos últimos meses nos hemos convertido a marchas forzadas en expertos en economía. Sin embargo, muchos términos siguen estando difusos y, por lo tanto, se confunden. Dos de los conceptos que se suelen intercambiar correctamente son IPC e inflación. ¿En qué se diferencian?
¿Qué es el IPC?
El índice de precios al consumo (IPC) es un índice económico que mide la variación de los precios de una cesta familiar en una zona concreta durante un periodo de tiempo determinado. Este dato sirve para valorar el impacto de las fluctuaciones de los precios en el aumento del coste de vida. Esta cesta familiar se compone por ciertos bienes y servicios que se adquieren de manera regular por parte de la mayoría de los consumidores.
El resultado del cálculo se expresa con un porcentaje. Si es positivo, los precios se han encarecido y el coste de vida ha subido, mientras que si es negativo, los precios se han reducido.
¿Qué es la inflación?
La inflación es un aumento generalizado de los precios de los bienes y servicios de una economía durante un periodo de tiempo determinado. Este aumento se produce de forma sostenida y en conjunto. La consecuencia directa es que nuestro dinero cada vez vale menos y se sufre una pérdida del poder adquisitivo. También se expresa con un porcentaje.
Entonces... ¿en qué se diferencian IPC e inflación?
Tanto el IPC como la inflación son indicadores de precios y sus límites pueden ser difusos. Sin embargo, la diferencia entre IPC e inflación radica en la cantidad de productos que cada dato toma en consideración para medir las subidas de los precios.
Por su parte, el IPC se basa en una cesta familiar con una lista de bienes y servicios cerrada. Esto sirve para recoger una muestra significativa de productos que utilizamos de manera habitual para subsistir (alimentos, ropa, carburantes...) y así se puede medir el impacto de las fluctuaciones de los precios en el coste de vida.
Por otro lado, la inflación es una subida generalizada de precios en una economía. Se trata de una medida macroeconómica que incluye el análisis de los precios de los consumos intermedios empresariales y de los productos exportados. Además, es la cifra que se utiliza para calcular magnitudes en la contabilidad nacional de un país.