Pongámonos en situación: hoy te compras un kilo de manzanas por un euro. Sin embargo, al día siguiente vuelves a la frutería y el precio del kilo de manzanas ha subido a dos euros, por lo que solo podemos comprar medio kilo por el mismo dinero. Esto, en términos extremadamente simplificados, es la inflación. Pero vamos a ver de dónde surge y cuáles son las principales causas de la inflación.
¿Qué es la inflación?
Como ya vimos, la inflación es el aumento generalizado y sostenido del precio de los bienes y servicios de un país o de una economía durante un año (u otro periodo de tiempo determinado). En otras palabras: hay inflación cuando sube la media de los precios en un país.
A priori, la subida de los precios implica una pérdida del poder adquisitivo de los ciudadanos. Y es que, como veíamos en el ejemplo inicial, podremos comprar menos cosas con el mismo dinero.
Sin embargo, la inflación no es mala cuando va acompaña de una subida proporcional de los salarios. Y es que la subida en los precios ayuda a reducir el valor de las deudas y evita la deflación, que supone una ralentización del crecimiento económico y del consumo. ¿Pero qué causa la inflación?
Las principales causas de la inflación
El sistema de precios es realmente complejo, pues entran en juego numerosas variables interrelacionadas entre sí. Podemos reducirlo todo a la eterna ley de la oferta y la demanda.
Los consumidores dan a conocer sus necesidades y los vendedores responden en consonancia, produciéndose los ajustes necesarios en la oferta y la demanda. Si aumentan los costes de las materias primas o la demanda, el incremento repercute en los precios finales que pagará el consumidor.
Los precios sirven para que los consumidores puedan señalar las cantidades de producto que quieren comprar en función del precio de mercado. A su vez, esto permite que los empresarios puedan determinar la cantidad de producto que desean vender a un precio determinado. Teniendo todo esto en cuenta, podemos establecer cuatro causas principales de la inflación.
La inflación por demanda
Este tipo de inflación surge cuando aumenta la demanda general, pero la oferta no puede cubrirla por completo. Como consecuencia, suben los precios. Esto es lo que ocurre, por ejemplo, cuando un producto del Primark arrasa, ya que la siguiente versión o remesa viene con un aumento del precio.
La inflación autoconstruida
Este tipo de inflación se da cuando los productores esperan que suban los precios en el futuro y se adelantan a las previsiones subiendo los precios primero. Al final las expectativas se cumplen porque ellos mismos han subido los precios.
La inflación por costes
Ocurre cuando aumentan los costes de producción (materias primas, mano de obra o impuestos). Esto afecta al precio final del producto o servicio, que sube para compensar el incremento.
Inflación por el aumento de la base monetaria
Si aumenta la cantidad de dinero que hay en una economía, la demanda de productos crece más rápido que el suministro de los bienes y servicios de la oferta. Conclusión: suben los precios.