Uno de los grandes temores de los economistas era que el drástico aumento de la inflación provocara una situación de estanflación en la Unión Europea. Se trata de uno de los peores escenarios económicos, ya que es muy difícil de corregir. ¿Ha llegado el momento de preocuparse?
El riesgo de estanflación sobrevuela la Unión Europea
A medida que íbamos superando las restricciones de la pandemia del coronavirus, los economistas iban temiendo más y más la amenaza de la estanflación. Pero el riesgo nunca había estado tan cerca como hasta ahora para cuatro de los grandes países del euro: Alemania, Francia, Italia y España.
Todo parece indicar que durante este trimestre la estanflación se asentará en la Unión Europea, avivada por la guerra de Rusia en Ucrania y las semanas de restricciones que ha sufrido China por los nuevos brotes de COVID-19, a lo que ahora también se suman los cortes de suministro de gas ruso. Y si no es este trimestre, la estanflación llegará pronto, aunque se espera que no sea gran grave como a principios de los años 80, cuando países como Italia o España experimentaron cuotas del IPC de hasta el 20%.
La característica que define la estanflación es la combinación de estancamiento económico y una inflación elevada. En otras palabras: se encarece el coste de vida y la economía se paraliza, provocando un efecto bola de nieve que empobrece a la población y que empieza a resultar muy familiar.
¿Y qué pasa con España?
Aunque España no es el país más expuesto a las consecuencias del corte de suministro de gas ruso, es uno de los que más riesgo tiene de sumirse en una situación de estanflación. El principal problema es que aún no ha recuperado su nivel de PIB previo a la pandemia, un problema en común con Alemania, Francia e Italia. El elevado volumen de deuda pública tampoco ayuda.
Por lo tanto, las perspectivas no son buenas, sobre todo si se tiene en cuenta lo difícil que resulta de corregir un escenario de estanflación. Esta dificultad radica en que las soluciones para frenar la inflación y para estimular una economía estancada son contrarias.
Es decir, que todavía nos esperan muchos meses por delante de apretarnos el cinturón. Pero, si necesitamos ayuda económica en estos momentos difíciles, siempre nos queda la opción de recurrir a los préstamos online rápidos sin papeleos. De esta forma, podremos conseguir pequeñas cantidades de dinero al instante para solucionar los problemas más acuciantes.