Desde pequeños, nos enseñan que no es correcto hablar del dinero que tenemos ahorrado. Así, el dinero se ha convertido poco a poco en un tema tabú para muchas personas. ¿Pero de dónde sale esta costumbre tan arraigada en la sociedad española?
No hablar de dinero ahorrado: Un tema tabú para los españoles
"Y tú, ¿cuánto dinero tienes ahorrado?"
Puede ser una pregunta inocente... o tal vez no. Uno de cada cuatro españoles se muestra reticente a hablar del dinero que tiene ahorrado. En concreto, al 26,4% de los españoles les cuesta hablar sobre cuánto dinero tiene ahorrado en el banco, según una encuesta realizada por Revolut y Dynata el pasado mes de octubre.
Así, el dinero, la política y el fútbol se convierten en el tridente maldito de los temas de conversación de los españoles. ¿Pero por qué el dinero es un tema tabú para tantas personas?
Según un estudio de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) sobre la educación financiera, los conocimientos financieros de los españoles se puntúan con una nota media de seis sobre diez. Hay quien utiliza el desconocimiento para justificar la resistencia a sacar el tema en una conversación e incluso a preguntar por el sueldo en una entrevista de trabajo.
Otros motivos pueden ser la vergüenza y el temor, porque no sabemos cuál es la cantidad de dinero socialmente aceptada. Y también esa puede ser la razón que nos lleve a pensar que pedir un microcrédito es una derrota. Aparte, tenemos el problema de que vivimos en un país en el que la envidia es muy mala... con las consecuencias que acarrea.
¿Es malo no hablar de dinero?
La periodista financiera Korrena Bailie cree que no hablar de dinero puede tener efectos sociales, ya que, muchas veces, eso de lo que no se habla "no existe". Por ejemplo, ese puede ser uno de los motivos de la dificultad para alcanzar una igualdad salarial.
¿Cómo vamos a aprender sobre un tema si no hablamos de él? Adquirir conocimientos de economía y finanzas hablando con la familia y los amigos más cercanos puede ser beneficioso para tomar decisiones económicas.
Por ello, es importante facilitar la conversación sobre dinero en un ambiente distendido sin estar incómodos. Obviamente, esto tampoco quiere decir que tengamos que pregonar a los cuatro vientos cuánto dinero cobramos o cuánto hemos ganado con un plan de pensiones.
Y, de la misma forma que no nos debería dar vergüenza hablar de dinero, tampoco debería generar un estigma social pedir un crédito rápido u otros productos de financiación. Al fin y al cabo, la vida da muchas vueltas y todos necesitamos ayuda de vez en cuando.