A los inversores no les faltan herramientas financieras para seguir acumulando ganancias. Y, muchas veces, no les importa especular para obtener beneficios. Uno de los instrumentos que suelen utilizar los inversores argentinos es la bicicleta financiera, también conocida como carry trade. Aunque no es un fenómeno nuevo ni específicamente de Argentina. Veamos qué es y cómo funciona la llamada bicicleta financiera.
¿Cómo funciona la bicicleta financiera?
La bicicleta financiera o carry trade es una forma de inversión basada en el cambio de divisas. Básicamente se trata de realizar una inversión con moneda local para obtener más adelante un beneficio en moneda extranjera. Por eso se llama carry trade, ya que requiere mantener durante algún tiempo la inversión.
En el fondo, se trata de un sistema de especulación. Para subirse a la bicicleta, el inversor vende un producto financiero o una moneda con un interés bajo y compra bonos con otra moneda con un alto nivel de interés. La diferencia es el beneficio... si es que existe.
Es decir, que se compra una moneda para vender otra, obteniendo financiación de una divisa para invertir el dinero en otra. Así, el inversor especula con el aumento del precio de la divisa que adquiere.
La bicicleta financiera se ha utilizado especialmente en Argentina. El funcionamiento es el siguiente: los inversores traen dólares que cambian a pesos para invertirlos en letras del Banco Central de la República Argentina (BCRA), más conocidos como LEBAC. Una vez obtenido un beneficio, lo vuelven a pasar a dólares para obtener un (posible) beneficio.
Pero, para ello, es necesario que se mantenga la tasa de cambio original. Cuanto menor sea la devaluación, más ganancias obtendrá el inversor. Pero es un dato que no se puede conocer, por lo que se trata de un tipo de especulación con un alto nivel de riesgo. El inversor especula con que la moneda no se haya desvalorizado demasiado en el momento de liquidar la operación para poder obtener un beneficio.