La bajada de los precios no siempre es necesariamente buena. Cuando se produce un descenso generalizado y prolongado de los precios de los bienes y de los servicios hablamos de deflación. ¿Pero qué es la deflación y cómo nos afecta?
Deflación: Concepto y características
Todos tenemos más o menos claro lo que es la inflación: el aumento generalizado y prolongado de los precios de los bienes y servicios de un determinado país o de una economía durante un periodo concreto. La inflación puede ser buena cuando viene acompañada de la correspondiente subida de los salarios y el valor de las deudas se reduce. La idea es mantener estable el poder adquisitivo de los ciudadanos, pero todo depende de un delicado equilibrio.
Por el contrario, la deflación es la bajada general y prolongada del precio de los bienes y servicios durante un periodo de tiempo determinado (generalmente, un año). Es decir, se trata de una contracción de la oferta monetaria en una economía. Como consecuencia, aumenta el valor de la moneda y, por lo tanto, su poder adquisitivo. Pero esto tampoco es necesariamente bueno siempre.
Ventajas y desventajas de la deflación
En otras palabras, los precios bajan y podemos comprar más cosas con el mismo dinero. No obstante, lo más habitual es que la deflación se derive de una disminución de la demanda, lo que implica un problema que suele ser más grave que la inflación, pues se produce una caída general de la economía.
Normalmente, la deflación da lugar a un círculo vicioso: se reducen los precios para seguir vendiendo, lo que disminuye los beneficios y, a su vez, se tienen que reducir costes. La consecuencia directa es que se producen despidos y la demanda sigue bajando a medida que la gente se queda sin trabajo y gasta menos dinero.
Por otro lado, la deflación presenta ciertas ventajas, pues, si los salarios se mantienen, aumenta el poder adquisitivo. Asimismo, promueve el ahorro y bajan los tipos de interés. También puede ayudar a compensar los desajustes de los ciclos económicos y de subidas demasiado elevadas de los precios... un fenómeno que estamos sufriendo tras la crisis del coronavirus con la subida de los precios de la luz, el combustible y los productos de la cesta de la compra, entre otras cosas.
¿Cuáles son las causas de la deflación?
La deflación se produce cuando la oferta de los bienes y servicios es superior a la demanda. Por lo tanto, para poder seguir vendiendo, las empresas deben reducir los precios. Este desajuste entre oferta y demanda tiene dos posibles causas:
- Demanda insuficiente. Cuando la demanda de un bien se reduce, también se reducen los precios.
- Exceso de oferta. Si la oferta aumenta tanto que el mercado no la puede absorber, se reducen los precios.
Las consecuencias de la deflación
¿Pero cómo afecta la deflación a los consumidores? Los principales efectos de la deflación son los siguientes:
- Aumenta el ahorro. El dinero ahorrado tendrá mayor valor en el futuro.
- Aumenta el desempleo. Como consecuencia de la reducción de ingresos.
- Desincentiva el consumo. Los consumidores prefieren esperar mientras los precios bajan.
- Sube el valor real de la deuda. Como aumenta el valor del dinero, también aumenta el valor de la deuda.