Todos hemos oído hablar de la famosa hucha de las pensiones. Es el nombre popular del Fondo de Reserva de la Seguridad Social, un fondo soberano de inversión creado en el año 1997 por el Gobierno de España. ¿Qué es, para qué sirve y cómo se financia la hucha de las pensiones?
La hucha de las pensiones y las pensiones contributivas
Todos los trabajadores están obligados a cotizar por su actividad laboral a la Seguridad Social, ya sea a través del Régimen General o del RETA. Estas aportaciones garantizan la cobertura de diversas contingencias, como la jubilación, la incapacidad o la viudedad, canalizándola a través del sistema contributivo de pensiones.
Las personas que cumplan las condiciones podrán cobrar una pensión contributiva, que se paga con los ingresos de la hucha de las pensiones. El Fondo de Reserva de la Seguridad Social se creó en 1997 para asegurar el pago de las pensiones en situaciones de déficit de la Seguridad Social.
Es decir, la famosa hucha de las pensiones es un mecanismo de emergencia para cubrir las posibles situaciones en las que la Seguridad Social no tenga suficientes ingresos para cubrir los gastos de las pensiones contributivas. La primera aportación al fondo se realizó en el año 2000.
El saldo de la hucha de las pensiones alcanzó su cifra máxima en 2011, con casi 67.000 millones de euros. A partir de entonces, el Gobierno comenzó a retirar grandes cantidades de dinero de este fondo para luchar contra la crisis económica.
Actualmente el saldo se encuentra en sus niveles más bajos, habiendo cerrado 2019 con poco más de 2.000 millones. Y esto va a ser un serio problema a corto plazo.
¿Cómo se financia la hucha de las pensiones?
La hucha de las pensiones o Fondo de Reserva de la Seguridad Social es un fondo soberano de inversión que se financia con los excedentes del sistema de la Seguridad Social, así como con dotaciones presupuestarias (si el Gobierno así lo decide) y el remanente de las mutuas por accidentes de trabajo e incapacidad temporal. Es decir, cuando los ingresos de la Seguridad Social superan los gastos, la parte "sobrante" se ahorra en un fondo para garantizar el pago de las pensiones contributivas en situaciones de déficit.
El objetivo es ahorrar en los momentos de bonanza para paliar los efectos de los ciclos económicos negativos, como la crisis derivada de la pandemia del coronavirus. De esta forma, se pretende garantizar el pago de las pensiones contributivas en todo momento.
Este fondo se compone principalmente por activos de deuda pública o deuda soberana española. Los rendimientos que producen estos activos también se destinan a incrementar el saldo de la hucha de las pensiones. En otras palabras: no solo se deposita el dinero en el fondo como si fuera una hucha, sino que se invierte para maximizar la rentabilidad.
¿Y si se acaba el dinero de la hucha de las pensiones?
A medida que la población española envejece y la tasa de natalidad se reduce, cada vez hay que pagar más pensiones y de mayor cuantía. A esto se une una preocupante tasa del paro del 16%, las continuas crisis, la reducción del número de trabajadores por cada pensionista y la reforma laboral, que han conducido a que las cotizaciones a la Seguridad Social disminuyan considerablemente.
Además, durante estos últimos años el dinero de la hucha de las pensiones no solo se han utilizado para pagar las pensiones, sino que se ha destinado a otro tipo de partidas. Todo esto nos deja en una situación bastante complicada. Por ejemplo, en febrero de 2021 se registraron 9,81 millones de pensiones, lo que supone un gasto de 10.100,52 millones de euros.
Hace un par de años, los economistas pronosticaron que el dinero de la hucha de las pensiones se agotaría entre 2020 y 2028. ¿Y después qué? Algunos creen que se deberían introducir cambios en la legislación de la Seguridad Social, mientras que otros apuestan por buscar formas alternativas de inversión más rentables para el fondo más allá de la deuda pública.
Además, también parece imperativo reformar cuanto antes los mecanismos de financiación y las aportaciones a la Seguridad Social. En este sentido, el SEPE ha propuesto suprimir el subsidio por desempleo (que pasaría a pagarse con el ingreso mínimo vital) a cambio de aumentar la prestación del paro y destinar fondos a la hucha de las pensiones.
No obstante, para hacer frente al déficit estructural que acumula la Seguridad Social, el Gobierno deberá buscar financiación a corto plazo para seguir pagando las pensiones. Para ello, existen dos mecanismos: las cotizaciones y los impuestos. Y ya sabemos lo que esto implica.
En cualquier caso, hagamos lo que hagamos, ya vamos tarde. Y, aunque no sea el mejor momento para hacer un plan de pensiones, tal vez va siendo hora de empezar a pensarlo.