Aquellos que están inmersos en el maravilloso mundo de las finanzas están familiarizados con todo tipo de términos técnicos, extranjerismos y siglas. Hoy nos fijamos en los ETFs o fondos cotizados.
¿Qué son los ETFs?
Los ETFs o fondos cotizados son fondos de inversión que cotizan en los mercados de valores. Funcionan de manera similar a las acciones, por lo que se pueden comprar y vender en la bolsa a lo largo de una sesión al precio de cotización. Así se elimina la incertidumbre asociada a los fondos de inversión, en los que el precio de suscripción o reembolso depende de un valor liquidativo publicado después de la operación.
En otras palabras, los ETFs son instrumentos de inversión a medio camino entre los fondos y las acciones. Las siglas ETFs provienen de las palabras en inglés exchange-traded fund, es decir, fondo de inversión cotizado.
Por otro lado, los ETFs son similares a los fondos indexados. Esto implica que su política de inversión consiste en replicar el comportamiento de un determinado índice de referencia (o cartera de valores), como el IBEX 35. De hecho, a medida que ha aumentado la oferta de índices, también lo ha hecho la variedad de ETFs.
Principales características de los ETFs
Los ETFs han creado una nueva gama de oportunidades de inversión para todo tipo de inversores. Sus principales características son las siguientes:
- Flexibilidad. Se pueden comprar y vender en cualquier momento de la sesión bursátil, sin necesidad de esperar a tener un precio al finalizar la jornada.
- Transparencia. Al estar relacionados con un índice, en todo momento se conoce la composición del ETF y su información en tiempo real.
- Solidez. Los ETFs ya están consolidados en los mercados tradicionales.
- Liquidez. Son productos 100% líquidos.
- Accesibilidad. Son muy accesibles para los inversores, puesto que se pueden comprar y vender al igual que las acciones a través de los intermediarios habituales.
- Comisiones. Las comisiones de la gestión de los ETFs son más bajas que las de un fondo tradicional.
¿Cuáles son sus ventajas y sus desventajas?
Una de las principales ventajas de los ETFs es que replican el comportamiento de un índice o cartera de valores. Con una única transacción, se obtiene una inversión diversificada y eficiente desde el punto de vista de la relación rentabilidad-riesgo. Por lo tanto, también son productos ágiles con costes eficientes y, además, permiten la aplicación de estrategias de cobertura de manera complementaria a los productos derivados.
Sin embargo, también presentan sus riesgos. Estos riesgos abarcan el tipo de cambio de divisa, la volatilidad de los mercados, la variación de los tipos de interés que replican índices de renta fija o la posibilidad de que el emisor del ETF no haga frente a sus pagos. Asimismo, los ETFs apalancados y los inversos implican un mayor riesgo que el resto, ya que están expuestos al riesgo de subidas ilimitadas en los índices de referencia.