La Central de Información de Riesgos del Banco de España, también conocida como CIR o CIRBE, es una base de datos en la que se recoge información acerca de los productos financieros que las entidades de crédito mantienen con sus clientes. ¿Qué se entiende por riesgos directos y riesgos indirectos en este ámbito?
La CIRBE y los riesgos directos e indirectos
Como ya vimos, la CIRBE es una base de datos gestionada por el Banco de España en la que se registra la información de los préstamos, créditos, avales y garantías que cada entidad financiera mantiene con sus clientes. Sin embargo, no es un registro de morosos (como RAI o ASNEF), ya que esta información se incluye independientemente de si los titulares están al corriente de los pagos o no.
¿Qué son los riesgos en el contexto de la CIRBE?
La CIRBE hace una distinción entre los riesgos directos y los riesgos indirectos. Los riesgos son las probabilidades de que una entidad de crédito no recupere el dinero financiado.
Cada persona tiene su riesgo. El riesgo depende si un individuo tiene ingresos, patrimonio personal, garantías, deudas impagadas... Los bancos y entidades de crédito suelen realizar un estudio de riesgo antes de conceder un producto financiero a una persona. No es malo tener riesgos como tal, ya que es habitual tener créditos, préstamos o tarjetas de crédito, cuyas cuotas vamos pagando periódicamente.
Entonces, ¿qué son los riesgos en términos de la CIRBE? Veamos qué son los riesgos directos e indirectos en este contexto y en qué se diferencian.
Los riesgos directos
En términos de la CIRBE, los riesgos directos son los que se derivan de los préstamos y los créditos. Es decir, los riesgos directos son todos aquellos en los que la persona que recibe la financiación es el titular directo.
Se incluyen en la base de datos cuando su importe es superior a los 6.000 euros en una misma entidad bancaria. En otras palabras: para que los riesgos directos se registran en la CIRBE, una persona tiene que tener uno o más préstamos que sumen más de 6.000 euros en un mismo banco o entidad financiera.
Los riesgos indirectos
Por otro lado, para la CIRBE, los riesgos indirectos son las garantías y los avales. Se trata de los riesgos asumidos cuando el titular no tiene concedida directamente la financiación, pero aparece como avalista de otros. Los riesgos indirectos se registran en la CIRBE cuando su importe es superior a 30.000 euros por entidad.