Una de las pocas cosas buenas que nos ha dejado la pandemia del coronavirus ha sido la rápida expansión de la digitalización en multitud de sectores. Uno de los más beneficiados ha sido el sector de la economía, que no se caracterizaba precisamente por sus apuestas tecnológicas revolucionarias. Una de las novedades ha sido la integración financiera en las áreas rurales, un avance que toda región necesita para desarrollarse. Las fintech ofrecen oportunidades únicas en ese sentido, y ahora han llegado a Pakistán para quedarse.
Las fintech se expanden en Pakistán para actualizar el sector financiero
En los últimos tiempos, la financiación en las nuevas empresas con sede en Pakistán está aumentando hasta alcanzar niveles de récord. Obviamente, esto aumenta las esperanzas de una mejor perspectiva económica para el quinto país más poblado del mundo. De hecho, en junio estas nuevas compañías habían recibido unos 74 millones de euros en fondos de capital riesgo, superando ampliamente los 57 millones de euros recaudados en todo 2020.
Las empresas fintech se han beneficiado aproximadamente de la cuarta parte de la inversión. Y es que hay muchos inversores con ganas de llegar a la tercera población no bancarizada más grande del mundo. Es lo que se ha llamado una "revolución fintech".
En Pakistán, el 71% de los adultos carecen de cuenta bancaria, alcanzado una de las tasas más altas del mundo. Las entidades bancarias del país no pueden dar cobertura a todos los clientes potenciales. Pero para eso están las fintech.
¿Cuáles son las iniciativas?
Entre las diversas iniciativas, TAG (con sede en Islamabad) se ha convertido en el primer banco digital del país. Asimismo, la fintech SadaPay ha recaudado una ronda de financiación inicial de más de seis millones de euros, la más grande hasta el momento. Con la inversión han desarrollado una tarjeta de débito personal y una cartera digital, herramientas que podrán dar servicio a todas esas personas que no pueden acceder a los medios bancarios tradicionales... pero sí a internet.
Además, Kleiner Perkins, la firma de capital de riesgo estadounidense, ha invertido en Tajir, un mercado B2B con sede en Lahore que permite a los propietarios de pequeñas empresas comprar productos a fabricantes y mayoristas. Por otro lado, Abhi ha desarrollado una plataforma de acceso a salarios anticipados.
Pero las iniciativas no se reducen al terreno de la economía. También se está apostando por otros negocios, como apps para mamás, empresas de visualización de edificios o herramientas de orientación profesional para estudiantes de instituto que funcionan con la tecnología de la inteligencia artificial.
Las perspectivas que brinda este impulso económico son muy buenas. Por eso, para el inversor Khailee Ng el futuro está claro: "Habrá unicornios de Pakistán".