Salud física, salud mental, salud pública, salud mental... Hay diferentes tipos de salud a los que debemos prestar atención para disfrutar de una buena calidad de vida. En términos económicos hablamos de salud financiera. Veamos qué es y las claves para reforzarla.
¿Qué es la salud financiera?
La salud financiera es el bienestar que se consigue con una buena gestión de la economía personal, familiar y laboral con el objetivo de superar imprevistos y alcanzar metas. Es decir, que básicamente se trata de administrar correctamente el dinero para disponer siempre de la cantidad necesaria para solucionar problemas y vivir la vida.
Obviamente, el dinero es uno de los principales focos de estrés y preocupación de casi todo el mundo. Una buena salud financiera nos da la seguridad de poder cumplir con las obligaciones financieras y de tomar las decisiones que nos permitan disfrutar de la vida.
La salud financiera y los préstamos online
Pero la salud financiera es mucho más que tener cierta seguridad económica; también abarca el concepto de inclusión financiera, que busca garantizar que todas las personas tienen acceso a los servicios financieros esenciales: abrir una cuenta, pagar con tarjeta, pedir un préstamo...
En este último sentido juegan un importante papel los préstamos rápidos online. Como ya sabemos, este tipo de financiación es accesible para casi todas las personas y llega incluso donde los bancos no llegan.
¿Cómo se mide?
Se entiende que hay ocho indicadores generales que sirven para determinar el estado de la salud económica de una persona:
- Gastar menos de lo que se gana.
- Pagar las facturas a tiempo.
- Tener ahorros suficientes en productos financieros líquidos.
- Tener ahorros suficientes a largo plazo.
- Planificar los gastos para el futuro.
- Disponer de los seguros adecuados.
- Tener un nivel de deuda sostenible.
- Tener un historial crediticio positivo.
¿Cómo puedo mejorar mi salud financiera?
Cuando nos ponemos enfermos, acudimos al médico para seguir un tratamiento y tomar las medicinas que nos ayuden a mejorar. Con la salud financiera ocurre lo mismo.
En primer lugar, para mejorarla es muy importante contar con una buena educación financiera. Es decir, conocer los conceptos económicos básicos para entender la economía que nos afecta directamente, como la inflación o el estrés financiero (relacionado estrechamente con la salud financiera).
También es importante asumir los ingresos del hogar y ajustar el tren de vida según unas expectativas realistas. Aunque a veces hay gastos necesarios que no podemos afrontar o deudas que no pueden esperar, es fundamental ser cabales con los consumos. Y, ojo, porque esto no significa que una persona que gana más dinero va a tener una mejor salud financiera. La clave está en ajustar los gastos a los ingresos, ahorrar para el día de mañana, hacer planificaciones realistas y controlar el nivel de endeudamiento.
Además, aunque no es la opción más adecuada, los microcréditos también nos pueden ayudar a mejorar la salud financiera en ciertos supuestos. Si es tu caso, pide tu préstamo rápido ahora y empieza a mejorar tus finanzas en los próximos 15 minutos.