Tal y como ha demostrado a lo largo de los últimos días, Occidente no tiene intención de luchar en Ucrania a través de la fuerza, pero sí está dispuesto a luchar en el terreno económico. Las sanciones económicas que se han anunciado pretenden asfixiar el sistema bancario y tecnológico de Rusia. El movimiento sancionador está liderado por Bruselas, Washington y Londres. ¿Pero adónde están apuntando y a quiénes van dirigidas estas sanciones?
¿Cuáles son las sanciones económicas que se van a imponer a Rusia?
La semana pasada, el primer ministro británico, Boris Johnson, anunció en el Parlamento que el Reino Unido impondrá sanciones contra cinco bancos rusos y tres personas consideradas cercanas al régimen ruso después de que el presidente de Rusia, Vladímir Putin, reconociera la independencia de los territorios separatistas prorrusos del este ucraniano.
Las sanciones consisten en la congelación de los activos que las entidades bancarias tienen en el Reino Unido (General Bank, Black Sea Bank, IS Bank, General Bank y Rossiya) y en la prohibición de entrada al país de tres personas (Boris Rotenberg, Igor Rotenberg y Gennady Timchenko).
En el mismo sentido ha actuado Estados Unidos, que ha impuesto sanciones a las dos mayores instituciones financieras de Rusia (Sberbank y VTB). Además, los inversores estadounidenses no podrán financiar la deuda o el capital de 13 de las empresas estatales rusas más importantes, y también se han aprobado sanciones a los ejecutivos de estas compañías y otras élites rusas.
La Unión Europea responde
Por su parte, el pasado jueves la Unión Europea puso en marcha el mayor paquete de sanciones de su historia. Con estas medidas buscan castigar su economía, "cercenar el crecimiento ruso", "disparar la inflación, limitar su acceso a los mercados de capitales, erosionar su industria" y hacer sentir a los responsables de la invasión a Ucrania "las consecuencias de sus actos". Aunque esta es la vía más efectiva y segura tras descartar la opción militar, las consecuencias económicas de esta agresión pueden tardar semanas o meses en tener efecto.
Además, según las declaraciones de la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, también quieren limitar el acceso de Rusia a la "tecnología crucial". La idea es debilitar "la posición tecnológica del país en áreas clave en las que la élite obtiene la mayor parte de su dinero". Asimismo, asegura que el paquete de sanciones económicas impuestas a Rusia "tendrá un impacto en la economía, la energía, transporte, los controles a la exportación para vetar materiales clave para modernizar sus refinerías y que le puede costar la pérdida de 24.000 millones al año, y la política de visados."
Asimismo, Occidente por fin se ha decidido a utilizar su "arma nuclear económica": sacar a Rusia del sistema SWIFT. Pero solo parcialmente, ya que se seguirán permitiendo los pagos para mantener el suministro del gas y el petróleo.
También están planeando otras medidas. Algunas de ellas son prohibir la venta de deuda pública a entidades rusas o impedir que ciudadanos rusos hagan depósitos en entidades con sede en la Unión Europea. Por otro lado, la Unión Europea por fin ha cerrado el espacio aéreo a Rusia. Y también ha vetado la emisión de las grandes cadenas de televisión RT y Sputnik, que se consideran armas propagandísticas de Putin.
Por otro lado, se están buscando alternativas para conseguir el gas y el petróleo que compran a Rusia. En palabras del primer ministro de Polonia, Mateusz Morawiecki, "Putin nos está quitando el dinero y lo está usando para la agresión. Tenemos que parar".
¿Son estas medidas la solución?
Según el Alto Representante de la Unión Europea en Asuntos Exteriores, Josep Borrell, "las sanciones hacen daño, pero no milagros". Pero, tal y como le han indicado, en este momento no hacen falta milagros, sino la firmeza que la Unión Europea no ha tenido hasta ahora.
Mientras tanto, los oligarcas rusos ya empiezan a sufrir las consecuencias. En lo que va de año, sus fortunas han perdido 33.000 millones de dólares. Y la escalada del conflicto parece indicar que esto es solo el comienzo.
De momento, el rublo ha amanecido hoy desplomado y la economía rusa está en riesgo de colapso a causa de estas sanciones. En el resto del mundo, la inflación sigue marcando récords históricos.
¿Y qué pasa con Putin? ¿Le afectan las sanciones económicas impuestas a Rusia?
Hasta el viernes pasado, ninguna de las sanciones económicas anunciadas afectaba al presidente ruso, Vladimir Putin. Sin embargo, la Unión Europea y Estados Unidos han acordado incluir en su lista negra a Putin y al ministro de Exteriores, Serguei Lavrov. De esta forma, se ha decidido congelar las posibles cuentas que tengan en entidades bancarias comunitarias, pero no impedir su entrada al territorio.