El aroma del pan recién hecho es uno de los mejores olores que existen en este mundo. Hoy, 16 de octubre, celebramos el Día Mundial del Pan con algunos consejos para hacer pan casero, esa fiebre que arrasó durante el confinamiento del coronavirus. Si tu pan no se hinchó en el horno o el resultado no fue el ideal, con nuestros trucos arrasarás la próxima vez que intentes hacer pan en casa.
El Día Mundial del Pan, una oda al alimento básico de todas las dietas
El Día Mundial del Pan, creado por la Federación Internacional de Panaderos-Pasteleros (UIB), se celebra el 16 de octubre de cada año con la finalidad de dedicar una jornada a uno de los alimentos más tradicionales y más consumidos en el planeta. Además, también se pone el foco en su valor nutricional, sus propiedades alimenticias, el trabajo de los panaderos, el futuro del pan y la importancia de incluirlo en la dieta diaria de las personas.
Como curiosidad, la UIB estaba negociando con la OMS y la FAO para declarar el año 2020 como el Año Internacional del Pan. La FAO al final se decantó por el Año Internacional de la Sanidad Vegetal. Y aunque es fundamental cuidar de nuestros cultivos y de la agricultura sostenible, sin duda el año 2020 pasará a los anales de la historia por ser el año del coronavirus.
¿Pero cuál es el origen del pan? Aunque este alimento ha evolucionado a lo largo de los años, la receta original se remonta al pan de trigo que elaboraban nuestros ancestros. En sus inicios, se machaban los granos de trigo y se mezclaban con agua. Los egipcios añadieron la levadura, mientras que los griegos incluyeron miel y nueces en la receta. Por otro lado, los romanos aportaron máquinas de amasar y crearon el primer colegio de panaderos.
Hoy en día hay montones de recetas de pan. Pan de trigo, de maíz, de espelta, pan de centeno, de semillas, sin gluten, de tomate, de ajo, integral, hogazas rústicas... Las posibilidades terminan con los límites de la imaginación de cada panadero.
6 trucos para hacer pan en casa
El coronavirus nos ha quitado muchas cosas de nuestro día a día. Una de ellas es arrancar el corrusco de la barra y comérnoslo de camino de la panadería a casa. De hecho, durante el confinamiento del coronavirus muchos se animaron a elaborar sus recetas en casa, con mayor o menor éxito. Y es que hacer pan no es fácil. Te ofrecemos algunos trucos y consejos para que tu pan casero triunfe.
1. El secreto está en la harina
La harina es el corazón y el secreto del pan. Podemos elegir la que queramos o mezclar varias, pero siempre debe ser de calidad. Además, debemos guardarla a salvo de la luz, los olores y la humedad.
Si somos novatos en el noble arte de hacer pan, es mejor optar por harina de panadería o harina de fuerza. Este tipo de harina contiene un mayor porcentaje de proteína (entre un 10 y un 12%).
2. Amasa, amasa y amasa
Amasar el pan conlleva tiempo, pero no supone un esfuerzo sobrehumano. De hecho, los panaderos tradicionales recomiendan amasar a mano para disfrutar de un buen antidepresivo natural.
Como suele ser habitual en la mayoría de recetas, lo ideal es mezclar por un lado los ingredientes secos y, por otro, los húmedos. Una vez hecha la masa, habrá que dejarla reposar unos diez minutos tapada con un paño y volver a amasar las veces que nos indique la receta. Cuando la masa esté elástica y lisa, no se agriete y no se pegue a las manos, ya estará lista. Hay muchas técnicas de amasado, que dependen de la receta y del panadero.
Si te cuesta mucho trabajo amasar, puedes optar por comprar una panificadora. Estas máquinas suelen ser baratas y nos ahorran muchísimo trabajo. Solo tenemos que poner en la cubeta los ingredientes en el orden correspondiente y darle a un botón. ¿Te gustaría tener una panificadora ya mismo? No hace falta que esperes al día de cobro, puedes solicitar un préstamo rápido en AZLO. Todo el proceso es online, y podrás tener el dinero en menos de 15 minutos tras aprobar tu solicitud.
3. Deja que fermente
Al igual que ocurre con el vino, cuanto más lento sea el proceso de fermentación, más rico quedará nuestro pan. ¿Te has dado cuenta que una hogaza de pan de pueblo conserva su corteza crujiente y la miga tierna durante días, pero las barras normalmente se quedan duras en cuestión de horas? La clave está en la fermentación.
Los panaderos indican que el pan debe fermentar dos o tres veces: tras amasar, dar forma al pan y el hinchado de la masa. El proceso puede variar entre varios minutos u horas, dependiendo de la receta. Por lo general, cuando la masa haya duplicado su tamaño ya estará preparada para el horno.
4. ¿Qué es eso de la masa madre?
La masa madre es un sustituto de la levadura, esa que tanto escaseó durante el confinamiento del coronavirus. Para hacer masa madre natural solo tenemos que mezclar harina integral y agua a partes iguales y dejar reposar el resultado en un lugar cálido. Cada día se ha de añadir un poquito más de harina y de agua. Después de cinco días empezará a fermentar. Hay quien añade más pasos, pero esa es la esencia de la masa madre.
Suele decirse que el pan hecho con masa madre es mejor en cuento a sabor, aroma y textura. ¡Es cuestión de probar!
5. Horneado en su punto justo
Pese a lo que se suele decir, se puede hacer un pan estupendo en un horno casero. No obstante, es importante precalentarlo y proporcionar la humedad adecuada. Este último paso se puede solventar colocando un vaso con agua en el interior (tras asegurarnos de que es apto para horno).
Además, no debemos excedernos en el tiempo de horneado, o nuestro pan se quedará duro. Y también debemos recordar hacer los cortes clásicos del pan con un cuchillo afilado (lo que se conoce como la escarificación del pan) antes de meterlo al horno para que puedan salir los gases carbónicos que se generan durante la cocción.
6. Conservación
Tras sacar nuestro pan del horno hay que comprobar si ya está listo. Para ello se recomienda dar unos golpecitos en la base (sin tocarlo directamente, porque quemará). Si suena hueco, nuestra obra de arte culinaria ya estará preparada. Solo queda dejarlo reposar en una rejilla antes de cortarlo. Y esperar a que se enfríe, ¡que no nos pueda el ansia!